Por cuarto año consecutivo, Alhaurín de la Torre ha acogido una nueva edición de la Jornada sobre comunicación y deporte organizada por la Fundación General de la Universidad de Málaga (FGUMA) y el ayuntamiento de la localidad. En esta ocasión, ha tenido como objetivo visibilizar la "superación" a través del "deporte adaptado", actividad que hace posible la participación en competiciones atléticas a personas que cuentan con algún tipo de discapacidad, gracias a los testimonios de las malagueñas, todas campeonas en sus disciplinas, Sarah Almagro, Amira Bencherqi y Laura Sánchez.
El acto, celebrado en la Casa de la Cultura Vicente Alexaindre, fue presentado por Manuel López, concejal de Cultura y Patrimonio de la corporación municipal; Carmen Rosa García, coordinadora de Formación de la Fundación; y María Jesús Fernández, profesora de la UMA y directora académica de las jornadas. Por parte de la FGUMA, García ensalzó el "éxito de esta jornada dedicada al deporte y a la comunicación" tras alcanzar su cuarta cita anual y deseó que los testimonios narrados "sirvan para sensibilizar" y conseguir "una sociedad cada vez más justa e inclusiva". Para concluir, en representación del alcalde, López destacó el carácter "inspirador" de la actividad que ayuda a "descubrir también nuestra fortaleza interior y la de las personas con diversidad funcional". A la cita también acudió, Rafael Sergio Cortés concejal de Promoción del Deporte del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre.
Tres ejemplos de vida, superación y lucha constante a través del deporte
La jornada se inició con la charla de Laura Sánchez, enfermera retirada por una reciente lesión medular y con una destacada trayectoria en deportes adaptados como remo paralímpico, natación, pádel, esquí alpino y esquí acuático. Su intervención estuvo dedicada a la inclusión en la práctica deportiva y la importancia del ejercicio en la salud de las personas con o sin discapacidad. "Por mi condición, ahora mismo lo que hago es deporte adaptado, pero creo que a día de hoy ya tenemos que dar el salto hacia el deporte inclusivo", añadió después de revelar que fue la primera mujer en competir en remo adaptado, una disciplina sin equipo femenino.
En la segunda conferencia, Amira Bencherqi, nadadora profesional y ganadora de varios campeonatos nacionales, sacó a relucir la brecha significativa entre el ámbito olímpico y el paralímpico: "El 17 por ciento de la población española con discapacidad no llega a terminar estudios superiores o su actividad deportiva porque las infraestructuras no están del todo adaptadas o no hay el suficiente conocimiento sobre este ámbito". Además, la también estudiante en Ciencias de la Educación de la UMA, explicó cómo el ejercicio ayuda, en especial a personas con discapacidad, a "desarrollar una mejor autoestima y sentirse más valoradas al conseguir romper las fronteras o barreras que aún tiene la sociedad".
Por su parte, Sarah Almagro, deportista de élite y campeona mundial en surf adaptado a sus 24 años, narró cómo pudo superar una difícil situación gracias a los valores del deporte, además de afrontar los distintos obstáculos que ha sufrido en su estado de salud a lo largo de las competiciones. En 2018, la malagueña enfrentó uno de los momentos más duros de su vida al ser diagnosticada con una septicemia provocada por la bacteria Neisseria meningitidis y que le llevó a perder sus manos y pies. Sin embargo, su determinación la llevó a transformar la adversidad en éxito y convertirse en un ejemplo de excelencia deportiva, ostentando los títulos de cuatro veces campeona de España, de Europa y del mundo.
Por último, María Jesús Fernández, concluyó el evento aclarando que "apenas el 0,9 por ciento de las personas con discapacidad en España hacen deporte federado, frente al 7,3 por ciento del resto de la población" y la "gran responsabilidad" que tiene la profesión del periodismo y la comunicación para "luchar por conseguir la visibilidad de este tipo de deportes". "Constituye, desde mi punto de vista, un paso muy importante hacia sociedades más justas, más equitativas, ya que favorece la normalización, rehabilitación e integración de las personas con discapacidad. Promueve la inclusión social, la igualdad de oportunidades, la mejora física y mental, y se ha convertido en símbolo de motivación para reflejar que las limitaciones se encuentran sobre todo en la mente y no tanto en el cuerpo", declaró la profesora.