La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad ha puesto en marcha una jornada formativa, que se desarrollará en las ocho provincias, sobre el protocolo de la Junta para el abordaje y prevención de la LGTBIfobia en los centros de servicios sociales comunitarios.
El coordinador de Diversidad de la Junta, Francisco Obes, ha sido el encargado de inaugurar la jornada de Sevilla, la cual ha contado con una treintena de asistentes. Se trata de la segunda provincia que cuenta con este encuentro tras celebrarse en Jaén el primero de ellas el pasado día 13.
La finalidad de esta formación, la cual será homologada por el Instituto Andaluz de Administración Pública (IAAP), es acercar a los trabajadores de los servicios sociales de toda Andalucía esta nueva herramienta de cara a poder prevenir e intervenir en casos de LGTBIfobia.
Francisco Obes ha destacado este protocolo, el cual supone "dar una respuesta unificada" en todo el territorio a las conductas discriminatorias que afecten a personas del colectivo. Además, ha puesto el foco la importancia de la formación y concienciación.
De hecho, esta formación está dividida en dos módulos: uno de sensibilización que impartirá en todas las provincias el coordinador territorial de la asociación Engloba, Santiago Ruiz, y un segundo módulo sobre el propio protocolo. Rocío Oria, trabajadora de los servicios sociales comunitarios de Lepe, será la responsable de impartir la formación a este respecto en Andalucía occidental y Nazareth Pastor, directora de los servicios sociales comunitarios de Alcalá la Real, hará lo propio en Andalucía oriental.
Convencido de la importancia de seguir trabajando para combatir la LGTBIfobia, Obes ha explicado que los servicios sociales comunitarios son esa primera ventanilla a la que recurren los ciudadanos y por ello su papel es "esencial" para la detección y atención. Por tanto, este ciclo de jornadas formativas se acercará a estos profesionales porque son "esos ojos que puedan ver casos de posible conductas LGTBIfóbicas".
El protocolo contempla formación específica, información y sensibilización, así como divulgación y comunicación de este protocolo tanto para los profesionales de los centros como para aquellas personas externas que interactúan con ellos.