La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que, sobre la base de criterios objetivos y no discriminatorios que tengan en cuenta las pérdidas económicas reales sufridas por los agricultores afectados, se incluya a la provincia de Granada en el futuro Real Decreto que establece una ayuda de concesión directa para compensar los efectos de la sequía sobre la producción agraria en el sudeste español.
Según ha explicado el secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Manolo Gómez, "la provincia de Granada debería estar incluida en el futuro Real Decreto porque cumple con todos los requisitos exigidos por la Unión Europea en cuanto a déficit pluviométrico, ya que ha contado con una media una por debajo de los 300 mm de lluvia; porque se ha visto afectada por temperaturas superiores a la media y, por supuesto, porque el descenso de producción debido a la sequía y altas temperaturas ha sido muy importante".
Según las producciones provinciales del Anuario de Estadísticas Agrarias y Pesqueras de Andalucía y el dato de Avances de Superficies y Producciones de los Cultivos Agrícolas en Andalucía para la campaña cuya recolección se realiza en el año 2024, se obtiene que la media de producción de los años 2018 a 2022 fue de 20.050 toneladas de almendra en Almería y de 41.134 toneladas en Granada.

Almendras
Tal y como ha detallado el secretario general, "comparando esta media con la producción del año 2023, nos da un descenso de producción del 41 por ciento en Almería y del 34 por ciento en Granada; pero si hacemos la comparación de esa media con la producción del año 2024, hay un descenso en la producción del 31 por ciento en ambas provincias, por lo que ambas han tenido un descenso de producción superior al 30 por ciento de la media en las cinco campañas anteriores por dos años consecutivos".
En el caso concreto de Granada, la falta de producción ha afectado gravemente al almendro ocasionado una pérdida de ingresos que ponen en riesgo la viabilidad económica de las explotaciones, precisamente en una zona donde este cultivo tiene una gran importancia social y económica local.
Problema económico, social y medioambiental
"Al tratarse de cultivos de frutos de cáscara, particularmente sensibles por cultivarse en secano, no ha sido posible aportar agua mediante riegos de apoyo que permitieran la supervivencia al menos de los árboles. Un problema económico, social y medioambiental muy importante para la zona", ha abundado Gómez.
Estas zonas tienen un elevado riesgo de desertificación y estos cultivos tienen un papel fundamental como sumidero de carbono, por lo que son vitales para el equilibrio medioambiental, un hecho muy destacado en el actual contexto de cambio de climático.
Por todo ello, "desde la Consejería y, sumándonos así a las organizaciones agrarias, pedimos una vez más al ministerio que se tenga en cuenta la inclusión de Granada como provincia gravemente afectada por la producción de frutos de cáscara en la zona sudeste a causa de la sequía. Nuestros agricultores necesitan los recursos y las ayudas de las administraciones", ha reiterado el secretario general.