El Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza ha realizado el primer implante de riñón en una persona a partir de un injerto mantenido en unas condiciones óptimas, muy superiores a los estándares, que ha sido posible gracias a la utilización de un dispositivo de perfusión normotérmica, de la marca ARK-Kidney.
La receptora ha sido una paciente de Aragón, que recuperó precozmente la función renal tras el trasplante, sin medidas de soporte adicionales, por lo que el proceso ha sido un éxito. La operación se realizó el pasado mes de diciembre y forma parte de un ensayo clínico de ámbito nacional. El dispositivo que se ha utilizado todavía no está disponible para su uso comercial.
A través de este nuevo dispositivo de mantenimiento, se consigue optimizar la conservación del riñón pretrasplante en las mejores condiciones fisiológicas de oxigenación, nutrientes y temperatura, frente al estándar de preservación en frío de dichos órganos. En Aragón, se realizan de 80 a 90 trasplantes renales al año, todos ellos en el Hospital Miguel Servet, único centro donde se lleva a cabo en la Comunidad Autónoma.
Durante el proceso habitual, desde la extracción del órgano hasta su implante, pasando por la determinación del receptor, el tiempo que transcurre es de 14 a 16 horas. En ese tiempo, el riñón se mantiene en pequeñas neveras, a una temperatura, en frío, de unos 4 grados.
El nuevo dispositivo permite mantenerlo en condiciones similares al organismo, a 37 grados centígrados, oxigenado y nutrido por un líquido similar a la sangre durante las dos últimas horas previas al trasplante. Así el órgano se mantiene en condiciones idóneas, algo así como en una incubadora.
Ensayo clínico
Esta intervención forma parte de un ensayo clínico de ámbito nacional liderado por el Hospital Miguel Servet y del que forman parte cinco centros españoles. Su objetivo es demostrar que esta mejora en la preservación de los órganos consigue optimizar las condiciones de adaptación y de recuperación del órgano trasplantado al receptor.
El inicio del procedimiento que se ha materializado con el actual implante comenzó hace nueve años, a partir de una investigación conjunta desarrollada fundamentalmente en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón (CIBA-IACS) y con la colaboración entre la spin-off nacida de la Universidad de Zaragoza, EBERS Medical Technology SL, y los grupos de investigación del IIS-Aragón, GIIS071-Grupo de Urología, Hospital Universitario Miguel Servet (URO-SERVET) y GIIS073-Grupo de Investigación en Nefrología y Trasplante Renal (GINETE).
En 2015, se planteó crear una máquina de perfusión para preservación de órganos humanos pretrasplante en las mejores condiciones de oxigenación, nutrientes y temperatura por parte de los responsables de EBERS Medical.
Durante este periodo de investigación, participaron el nefrólogo del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) e investigador principal, Alex Gutiérrez Dalmau, y el urólogo del Servicio de Urología del HUMS, Ángel Borque Fernando, que diseñaron y desarrollaron una fase de investigación experimental con diferentes prototipos de máquina, riñones de origen porcino, riñones humanos no viables para trasplante y trasplantes en modelo animal.
Además, han colaborado la jefa de servicio de Urología, María Jesús Gil Sanz; del anterior y actual jefe del Servicio de Nefrología, Luis Miguel Lou y Eduardo Parra, respectivamente; los urólogos Ángel Roncalés, Ángel García de Jalón y José Manuel Sánchez Zalabardo; la hematóloga Victoria González; la patóloga, Celia del Agua, y el responsable de coordinación de trasplantes del HUMS, Javier Paúl.
"A través de este nuevo sistema, se consigue una conservación del órgano en las mejores condiciones fisiológicas y que influye posteriormente en la propia recuperación y adaptación del riñón trasplantado. Existe evidencia de estos beneficios en la investigación experimental y ahora se intenta demostrar que también se consiguen en la práctica clínica", ha destacado el doctor Alex Gutiérrez.
Pioneros en España
En España, éste es el primer caso que se ha hecho de un trasplante renal con estas condiciones. El nuevo dispositivo ha sido creado por una marca aragonesa, EBERS, y a nivel mundial solo existe otro dispositivo para la perfusión normotérmica renal.
Esta primera intervención, que se llevó a cabo el pasado mes de diciembre, fue realizada por la doctora Raquel Espílez, uróloga y coordinadora de la fase clínica iniciada del estudio y perteneciente a la unidad de Urología de trasplante renal, dirigida por Alberto Gonzalvo; ayudada por los doctores Miguel Ángel Trívez y Mónica Sanz.
Junto a ellos, también han intervenido el doctor Antonio Lucas, anestesiólogo al cargo del procedimiento; Luz Remacha, instrumentista; los doctores Antonio Ruiz, coordinador de trasplante; Vicky Paz, hematóloga; Olga Gracia, nefróloga; Sergio Pérez y Nina Tricolici, del equipo de investigación IIS-A; Álex Gutiérrez, nefrólogo, y Ángel Borque, urólogo.
"Queremos mostrar nuestro agradecimiento a los pacientes que decidieron generosamente participar en esta investigación y a todo el equipo sanitario involucrado en este primer caso", han manifestado los doctores Alex Gutiérrez, del Servicio de Nefrología, y Ángel Borque, del Servicio de Urología.
El mecanismo consiste en mantener el riñón pretrasplante en la máquina ARK-Kidney® durante dos horas, perfundido a 37 grados Centígrados, produciendo orina y siendo monitorizado en todos sus parámetros de perfusión y oxigenación, y trasplantado después en un receptor con insuficiencia renal terminal. "Este primer procedimiento quirúrgico y post-operatorio ha sido un éxito y constituye un importante hito en la investigación biomédica en Aragón y en el ámbito internacional", han remarcado los doctores Alex Gutiérrez y Ángel Borque.