Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvieron a cuatro personas, entre 20 y 23 años de edad, como presuntos responsables de varios delitos de estafa.
La investigación comenzó el pasado mes de agosto de 2023, cuando una mujer denunciaba que en su cuenta bancaria, otra persona que no conocía, le había ingresado más de 4.500 euros y que posteriormente otros diferentes lo habrían sacado en cajeros, haciendo compras en establecimientos o realizando diferentes bizums.
También manifestaba que días antes había visto en una plataforma web de anuncios, una oferta de trabajo como comercial de una empresa de cosmética y que se había interesado. Posteriormente contactaron con ella, le pidieron sus datos bancarios y que les facilitara un código que recibiría mediante un SMS, por lo que podría ser una víctima de una estafa.
Los agentes del Grupo de Judicial de la Comisaría de San José, no tardaron en averiguar que se trataba de una denuncia falsa y que ella formaba parte de este entramado de jóvenes que se dedicaban a estafar. Por lo que procedieron a su detención y a la de su consorte, el que habría hecho las compras y reintegros.
Estos 4.500 euros procedían de una estafa que habrían hecho a través de phishing bancario a una mujer residente en Madrid.
Siguiendo con las pesquisas, los agentes identificaron a otro joven. Éste habría recibido dos bizums de 2.000 euros en total provenientes de una estafa a una mujer en Zamora a la que estafaron más de 43.000 mediante phishing bancario. Este hombre también actuaría como mula bancaria.
En la última fase de la investigación fue detenido el cuarto integrante del grupo, en este caso por engañar a una mujer de La Laguna (Tenerife) mediante la conocida estafa del hijo en apuros, apoderándose de más de 2.600 euros.
Phishing bancario
La víctima recibe un mensaje de texto (SMS) supuestamente enviado por su entidad bancaria, a través del cual le comunican que se están produciendo movimientos extraños en su cuenta bancaria y que han intentado acceder a la misma.
En el propio mensaje de texto les remiten un enlace que supuestamente redirige a la página web del banco, para proceder a modificar las claves de acceso. Minutos más tarde recibe una llamada telefónica, haciéndose pasar por su entidad bancaria en la que le piden las claves de acceso a su banca "on line" o la numeración de la tarjeta de crédito o débito, para proceder a cancelarlas. La víctima les facilita cuanta información le solicitan.
Durante la llamada, la víctima es avisada de que va a recibir una serie de mensajes de texto con una numeración, necesaria para agilizar los trámites, por lo que los aporta al interlocutor sin percatarse de que en realizad está dando los códigos para verificar las operaciones fraudulentas que se cargarán en su cuenta corriente.
Hijo en apuros
Los estafadores mandan un mensaje, generalmente por Whatsapp o SMS, en el que se hacen pasar por un hijo que le dice a su madre/padre que está en apuros y que necesita dinero.
Utilizan cualquier tipo de excusa como que tienen algún problema grave, que necesitan ayuda económica y que han cambiado de número de teléfono, afirmando que sólo pueden recibir mensajes y no llamadas.
Si la víctima cae en este primer engaño es cuando los estafadores piden que le realice una transferencia bancaria a una cuenta concreta, argumentando la imposibilidad de hacerlas ellos mismos por un problema en el sistema o en su terminal telefónico.
Mulas bancarias
Las mulas bancarias son personas que, conscientemente o, en algunos casos sin saberlo, ayudan a las organizaciones delictivas a blanquear sus beneficios. Lo hacen facilitando sus cuentas para recibir y transferir fondos fraudulentos, de manera que éstos se legitimen.
Los delincuentes captan a mulas bancarias de varias maneras. En algunos casos las atraen con la promesa de ganar dinero o entregándoles una comisión por prestar este servicio. En otros casos se basan en una relación de confianza o recurren a un engaño por internet.