Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón llevaron a cabo el pasado 21 de marzo la última operación contra el narcotráfico en Zaragoza y la cual se saldó con la detención de 7 personas, así como con el desmantelamiento de TRES plantaciones indoor de marihuana, en las que se intervino un total de 21 KILOGRAMOS DE MARIHUANA, procedente de 946 PLANTAS Y 1.557 ESQUEJES DE PLANTA DE MARIHUANA, además de toda la infraestructura, maquinaria y útiles necesarios para el cultivo, mantenimiento y recolecta de la marihuana.
La investigación tuvo su comienzo el pasado mes de marzo al recibir los agentes investigadores informaciones que indicaban que en una finca sita en el barrio de Miralbueno pudiera encontrarse una plantación indoor de marihuana.+
Realizadas las primeras investigaciones se localizó la referida finca, la cual constaba de tres grandes edificaciones en una extensión de más de 1500 metros cuadrados.
Gracias a la colaboración con ENDESA se pudo comprobar que existía un consumo eléctrico muy elevado pese a no disponer de un contador que controlase el flujo eléctrico, pudiendo confirmar que la acometida de luz se encontraba puenteada hacia el interior de la finca para conseguir energía sin coste, es decir defraudando fluido eléctrico, algo muy habitual en plantaciones indoor de marihuana.
Según se avanzó en la investigación se comprobó que en el interior había varias personas, pudiendo concretar, una vez realizada la entrada y registro, que eran cuatro varones y dos mujeres de los que cinco realizarían labores de jardinería y otro de vigilancia y protección del lugar.
La persona que realizaba funciones de vigilancia y protección se valía de un perro de raza potencialmente peligrosa como medida de seguridad ante posibles asaltos o acercamientos al lugar de personas ajenas a la organización.
Una vez se determinó, por el curso de la investigación, que en el interior de la finca podría encontrarse una plantación de marihuana, tras la pertinente autorización judicial, se procedió a la entrada y registro de la finca, la cual, dadas sus grandes dimensiones y ante la posibilidad que los moradores de la vivienda pudieran extremas las precauciones para evitar su detención o deshacerse de la droga, se requirió al Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) especializado en misiones de alto riesgo y asalto a viviendas, los cuales fueron apoyados por otros miembros de la Brigada Provincial de Policía Judicial.
Momentos antes de realizar la diligencia de entrada y registro en la vivienda, se detectó la salida de dos personas en una furgoneta desde la finca, por lo que momento después fueron interceptados por los investigadores, los cuales pudieron apreciar cierta actitud de nerviosismo al ser requeridos. A su vez, los agentes, pudieron comprobar que en la parte trasera del vehículo llevaban elementos de jardinería y desprendía un fuerte olor a marihuana, lo que sumado al hecho de portar una cantidad inusual de dinero en efectivo que uno de ellos trataba de ocultar, provocó su la detención inmediata de ambos.
Sobre estos dos individuos se pudo determinar que uno, de nacionalidad colombiana, se trataba del vigilante y el otro, de nacionalidad española, sería el jefe o encargado de la plantación que había venido ese mismo día desde Barcelona para llevarse parte de la plantación y traer tierra y fertilizantes para una nueva siembra.
Después, se procedió a la entrada de la finca donde parecía encontrarse marihuana, comprobando los agentes que primero accedieron a que efectivamente había varias plantaciones de marihuana y en ese momento había cinco personas trabajando en ellas. Estas personas estaban ataviadas para la ocasión y manipulando las plantas con herramientas de jardinería, por lo que en ese momento se les detuvo a todos.
Seguidamente se pudo comprobar que la finca se encontraba distribuida en tres edificaciones, resultando que dos se correspondían con naves habilitadas para cultivar la marihuana y otra como vivienda principal.
En las naves para cultivo se localizó en la planta baja de una de ellas dos plantaciones de marihuana perfectamente acondicionadas y en pleno funcionamiento (luces, extractores, humidificadores, aire acondicionado, medidor de temperatura, etc.), incautándose la cantidad de 864 plantas de marihuana, las cuales se encontraban es un estado de crecimiento óptimo para para iniciar la recolección de los cogollos de marihuana.
En la primera planta de otra nave, se localizaron 1557 esquejes de plantas de marihuana sembrados o cultivados similares a las anteriores plantaciones, lo que evidencia que el cultivo de marihuana era constante, ya que cuando se recolectaban los cogollos de las plantas más crecidas, tenían preparadas otras para que empezaran a crecer.
En un lugar que llamó la atención de los investigadores, esta plantación de esquejes estaba en un lugar que llamó la atención de los investigadores por la peligrosidad que suponía al estar dispuesta en una primera planta, ya que su peso podría haber provocado el derrumbe del suelo, ya que solo se encontraba apoyado o soportado por un sistema realizado ad hoc de apuntalamiento desde la planta inferior.
Así mismo, se localizó un espacio destinado al secado de la marihuana en el que en ese momento había un total de 82 plantas en un tendedero secándose, así como gran cantidad de cogollos, ya secos, esparcidos para su envasado y reparto. En la zona de vivienda también se intervinieron 1,5 kilogramos de cogollos de marihuana en una caja preparados para su distribución.