Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvieron a un hombre de 44 años de edad, como presunto responsable de un delito de hurto y un delito de malos tratos en el ámbito familiar.
La investigación se inició por parte del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Arrabal el pasado mes de febrero, al tener conocimiento de la interposición de una denuncia en la que una mujer decía haber sido víctima de la sustracción de una serie de joyas de su propiedad que guardaba en un armario de su habitación, sospechando que el autor del hurto fuera un amigo suyo.
Según explicaba la denunciante, este conocido tras una reforma de su vivienda, le había ayudado con la electricidad y con la mudanza y era conocedor del lugar donde tenía guardadas las joyas, valoradas en más de 8200 Euros.
Las pesquisas de los investigadores se centraron en tratar de encontrar las joyas sustraídas, logrando localizarlas en distintos comercios de empeño de Zaragoza y determinando que efectivamente habían sido vendidas por el amigo del que la víctima sospechaba.
Inmediatamente se estableció un dispositivo policial con el fin de detener al presunto autor de los hechos, que se encontraba en paradero desconocido al saberse buscado, localizándolo el pasado viernes 12 de abril en las inmediaciones del domicilio de la perjudicada, donde finalmente fue detenido y trasladado a dependencias policiales.
La sorpresa de los investigadores se produjo cuando la víctima, al ser informada de la detención de su amigo, les manifestó espontáneamente que había mantenido una relación sentimental con este individuo durante unos meses, en los había sufrido malos tratos psicológicos desde el principio de la relación, insultos, amenazas y coacciones, solicitándole además importantes cantidades de dinero por las deudas que tenía contraídas debido a sus adicciones.
Además explicó que al cortar la relación había aumentado el nivel de coacciones psicológicas, pero que no había denunciado estos hechos porque tenía mucho miedo a la reacción de su ex pareja, aportando a los agentes los mensajes, fotografías y audios de Whatsapp que acreditaban todo lo que había contado, por lo que al detenido se le imputo también un delito de malos tratos en el ámbito familiar.
Horas después el presunto responsable, que contaba con numerosos antecedentes policiales fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia, quedando en libertad con cargos y siéndole impuesta una orden de alejamiento con respecto a la víctima.
Destacar que unos días después de la detención, la víctima se persono en la Comisaría de Arrabal y entregó una carta de agradecimiento a los policías que participaron por el trato recibido ante tal actuación.