La Universidad de Verano de Teruel (UVT) nació hace cuatro décadas con la idea de generar actividad universitaria durante el periodo estival en el campus de la capital de la provincia. Actualmente, se mantiene esa esencia con la diferencia de que pretende hacer llegar el dinamismo estudiantil no solo a la capital sino también a las distintas regiones del territorio. Además de Teruel, habrá otras catorce sedes repartidas por las diferentes comarcas. Albalate del Arzobispo, Estercuel y Galve serán anfitriones por primera vez.
Con motivo del aniversario, se ha desarrollado el programa más ambicioso de su historia con 44 actividades, cuando en años anteriores apenas se superaba la treintena. Se mantienen cursos que gozan de prestigio como el de geología práctica, impartido desde la primera edición, o los de aeronáutica y ornitología, muy vinculados a la región. A ellos, se les añade este año algunos vinculados con la tecnología, enfocados principalmente en la inteligencia artificial y la ciberseguridad.
Este itinerario ha comenzado hoy con el acto de apertura donde el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, ha dado el discurso de bienvenida. Después, el presidente de la Fundación Antonio Gargallo -entidad organizadora-, Alfonso Blesa, ha reconocido el trabajo de sus predecesores, dando paso a las palabras de la primera directora de la UVT, Micaela Muñoz. Posteriormente se ha celebrado la primera conferencia de estos cursos, titulada "¿Por qué alucinan los algoritmos con la IA generativa?", ha sido impartida por el catedrático de Informática e Ingeniería de Sistemas de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura, Francisco Serón. A este coloquio le han seguido las intervenciones de la directora general de Universidades del Gobierno de Aragón, María Luisa Feijóo; el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Joaquín Juste; la alcaldesa de Teruel, Emma Buj; y José Antonio Mayoral ha vuelto a participar para clausurar el acto.
A lo largo de su historia, se han matriculado más de 35.000 alumnos que no son solo estudiantes sino también profesores, científicos y profesionales de diversos sectores. Y de los cerca de 300 estudiantes que hubo en 1985, fecha de la fundación, ahora se superan los 900, que proceden principalmente de Aragón, pero también del resto de España e incluso del mundo.