Un estudio de investigación de la Universidad de Zaragoza advierte del aumento de la "precariedad e informalidad" en las plataformas de reparto de comida en España, dentro de un mercado laboral que se flexibiliza cada vez más, con un alto desgaste de la salud física y mental, con nula conciliación laboral-familiar y con formas de empleo irregular: sin contratación laboral, con mano de obra disponible disponible las 24 horas, los 7 días de la semana, y a nivel contractual, desechable. Además se trata de un sector en el que el perfil del repartidor ha cambiado al sustituir a "estudiantes para ganarse un dinero" por trabajadores, en ocasiones, con un alto grado de formación y cualificación, condición propiciada por empresas que aprovechan la flexibilización actual de la legislación laboral y la rigidez de la legislación migratoria.
Estas son algunas de las conclusiones del proyecto de investigación RIDER de la Universidad de Zaragoza, un estudio de investigación sociológica y antropológica sobre el auge de las plataformas de reparto de alimentos en España, especialmente en el período post-COVID, en el que 24 investigadores de centros nacionales e internacionales han analizado estas plataformas de reparto en cinco ciudades españolas desde el punto de vista económico, sociológico y antropológico. Precisamente, estos días Zaragoza ha acogido la reunión científica International Conference on the Platform Economy, que se ha celebrado en el Palacio de la Aljafería y la Facultad de Económicas de Unizar, con investigadores procedentes de Estados Unidos, Argentina, Inglaterra, Portugal y España, e inaugurado por los vicerrectores Rosa Bolea e Ismael Jiménez, de Política Científica y de Profesorado, respectivamente.
Maribel Casas-Cortés, investigadora Ramón y Cajal, antropóloga urbana, profesora del Dpto. Sociología y Psicología de la Facultad de Economía, además de Co-IP del grupo Sociedad, Creatividad e Incertidumbre (grupo GISCI del IEDIS-Unizar), lidera este proyecto RIDER "Culturas emergentes de la precariedad móvil en la gig economy digital: El sector de la comida a domicilio en España", financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por la Agencia Nacional de Investigación. https://riders.unizar.es/proyecto/
Los resultados han sido publicados en revistas científicas de alto impacto y también compartidos con la ciudadanía a través de actividades de transferencia, sobresaliendo la producción de un documental sobre los riders "Que todo salga bien" y la exposición fotográfica "Vidas Rider". Ambos resultados de carácter científico y divulgativo se pueden visitar en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza.
La investigadora principal Maribel Casas-Cortés señala que hasta ahora el debate dominante ha sido la cuestión contractual, es decir, estatuto de autónomo o estatuto de asalariado, trabajador por cuenta ajena o trabajador por cuenta propia, como si eso fuera el problema y la solución a la cuestión del trabajo digital. "Nuestra investigación ha planteado que eso no es suficiente y lo ha demostrado a través de investigación empírica, tanto a nivel de datos como a nivel etnográfico, es decir, con entrevistas a los repartidores, con observaciones y con toma de fotos de sus vidas cotidianas. Ese debate legal es limitado y no soluciona el problema de base del trabajo digital hoy en día", subraya.
"Con este estudio se ha abierto el horizonte a muchas otras esferas –diferentes a la contractual- necesarias a tratar para que se logre una solución eficiente y digna para este sector, como coordinar el tema contractual con el tema de la conciliación, con la legislación migratoria, etcétera".
Maribel Casas-Cortés considera que en este sector se han creado unas condiciones insostenibles para el reparto a largo plazo. "Las compañías se están aprovechando de la flexibilización actual de la legislación laboral y de la rigidez de la legislación migratoria. En este escenario es donde se explica la realidad que tenemos un perfil de repartidor internacional detrás de cada pedido; ya no es el perfil del estudiante para ganarse un dinero, sino de un trabajador para sacar adelante a su familia".
Además, la investigación ha permitido revelar que buena parte de los repartidores se ven abocados a realizar este trabajo, a pesar de que algunos cuentan con una alta formación, incluso universitaria. "Si a nivel migratorio no te dan otra oportunidad, al menos de momento, la única opción y fácil de acceder es esta, en donde las empresas tienen cuentas multiusuarios, sin una contratación laboral, donde el nivel de informalidad y de precariedad del sector es cada vez más elevado".