La Unidad de Fracturas Secundarias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza acaba de cumplir su primer año de existencia dentro del Servicio de Reumatología, con una consulta de Práctica Avanzada de Enfermería en Osteoporosis, que trabaja conjuntamente con los reumatólogos.
Se trata de un servicio multidisciplinar de atención al paciente que ha presentado una fractura osteoporótica. Tiene por objetivo asegurar la evaluación, el tratamiento y el seguimiento apropiado para evitar una nueva fractura.
En su primer año, ha atendido a 155 pacientes, el 70% mujeres, y ha obtenido buenos resultados ya que cuando estas personas han sido valoradas, tras haber sufrido una fractura, solo el 13% llevaba tratamiento para la osteoporosis, porcentaje que ha aumentado al 92% tras la consulta.
Un paciente que sufre una fractura por fragilidad, que es aquella ocasionada por un traumatismo de bajo impacto, tiene en muchas ocasiones un problema de salud en su sistema óseo que le provoca tres veces más posibilidades de sufrir una segunda fractura. De ahí, que la prevención que se proporciona en estas consultas se considere fundamental.
En Aragón, cada año, se contabilizan unas 6.500 fracturas en personas mayores de 50 años. De ellas, el 76% se producen en mujeres; solo el 14% tiene tratamiento previo y en el 53% de los casos los pacientes superan los 80 años.
Un reto al alza
La Unidad de Fracturas Secundarias (FLS por sus siglas en inglés) del Hospital Clínico es una de las 90 que existen en España, entre las que se encuentran también las de los hospitales aragoneses Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza y Ernest Lluch de Calatayud. La del Clínico se puso en marcha tras la implantación del protocolo de fracturas vertebrales en el Servicio de Urgencias, en marzo de 2023.
Dicho protocolo contempla que las fracturas vertebrales que no requieren ingreso deben ser citadas en consulta de osteoporosis-FLS para su evaluación y seguimiento. Ahora, el protocolo se va a extender a Atención Primaria, para que los médicos de familia también puedan derivar a aquellos pacientes que, habiendo padecido una fractura por fragilidad en los últimos dos años, puedan beneficiarse de estas medidas preventivas.
Este tipo de fracturas representan un reto al alza en España, tanto en incidencia, como en coste sanitario. Se estima que, entre 2017 y 2030, aumentará un 29% en el primer ámbito y más del 30% en el segundo. El envejecimiento y la osteoporosis están entre las causas más importantes de estas altas incidencias.
A partir de los 50 años, una de cada tres mujeres con osteoporosis sufrirá una fractura y uno de cada cinco en el caso de los varones. Además, esta enfermedad puede provocar incapacidad, pérdida de calidad de vida, mortalidad asociada y un importante impacto socio-económico para el Sistema Nacional de Salud.