"En 2024, 27 años después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, sigue habiendo legitimación del terrorismo en el País Vasco y Navarra, siguen organizándose homenajes a terroristas, existe una gran impunidad: más de 300 asesinatos siguen sin resolverse. Las marcas políticas herederas de ETA siguen sin condenar tu asesinato ni ningún otro y tienen más poder que nunca en un proceso de blanqueamiento y olvido sobre décadas de complicidad con el terrorismo. Seguiremos rebelándonos ante este estado de cosas."
Con estas palabras, la alcaldesa de Teruel finalizaba hace escasos minutos la lectura del manifiesto en homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua secuestrado y asesinado por la banda terrorista ETA hace 27 años. El acto se ha celebrado en las puertas del consistorio turolense con la asistencia de buena parte de la corporación municipal, el presidente de la Diputación Provincial, el de la Comarca de Teruel, el delegado del Gobierno en Teruel y el subdelegado, además de representante civiles y militares.
Visiblemente emocionada, Emma Buj ha subrayado que las consecuencias del terror son imborrables y no pueden ser blanqueadas, ni relativizadas. "Que el relato final, todavía hoy sin construir, tiene que basarse en una Memoria ligada a la Justicia y no vamos a admitir el olvido y la impunidad, porque se lo debemos a las víctimas del terrorismo y a la calidad de nuestra democracia", ha señalado. Ha destacado que se ha conseguido derrotar policialmente a ETA, gracias, principalmente, a la profesionalidad y sacrificio de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque "no hemos conseguido que triunfe un relato inequívoco de derrota social y política de tantos años de terrorismo".
Así mismo, ha defendido una memoria ligada a la Justicia y un compromiso con los valores que representan las víctimas del terrorismo y que son principios éticos y políticos que deben cimentar democracia constitucional. "No podemos hurtar a las nuevas generaciones esta parte de su historia reciente".
La alcaldesa de Teruel ha hecho un llamamiento a mantener vivo el legado de quienes, como Miguel Ángel Blanco, perdieron la vida por defender la libertad y la democracia. "Hace 27 años millones de españoles salimos a las calles para exigir a ETA que no acabara con tu vida. Un 10 de julio te secuestraron y un 12 te asesinaron. Sin la más mínima piedad, desoyendo un clamor popular que atravesó toda la sociedad y movilizó las conciencias de los ciudadanos. No pudimos salvar tu vida, pero mantuvimos la dignidad y la rebeldía cívica más allá del miedo o la apatía."
Hasta el secuestro del concejal de Ermua, ETA había asesinado a 777 inocentes entre los que se encontraban policías, guardias civiles, militares, jueces, políticos constitucionalistas, periodistas, ciudadanos ... y que la banda convirtió en enemigos de su fanatismo identitario, porque representaban la libertad, la pluralidad política, el estado de derecho español.
Buj ha recordado también cómo hace 27 años se marco una línea roja aislando al entramado social y político de ETA, lo fue llamado "el espíritu de Ermua" gracias al que las víctimas del terrorismo conquistaron el lugar que les correspondía, "el de la centralidad, el de su verdad que reclama justicia, el de su dignidad que los terroristas manipularon vilmente por intereses extremistas."
El acto ha concluido con un minuto de silencio al que ha seguido un aplauso por parte de todos los asistentes políticos, militares y civiles.