Tal y como ha explicado el presidente de la institución "estamos yendo de la mano con la Dirección General de Gobierno Abierto e Innovación Social del Gobierno de Aragón, como grandes conocedores del tema, y el objetivo es lograr un consenso con el territorio para evaluar y diseñar qué usos puede tener la Casa de Obediencias de la Cartuja de las Fuentes". "Los tiempos que barajamos son iniciar el proceso como tal en septiembre y hacerlo convocando a instituciones de la zona, tejido asociativo local, expertos en patrimonio, etc. con la idea de recopilar toda la información posible y, a continuación, comprobar la viabilidad del proyecto" ha continuado.
Es la primera vez que se lanza una propuesta de este tipo desde la Diputación Provincial de Huesca y se ha considerado que es el instrumento más eficaz para darle continuidad a las inversiones en el monumento. "La prioridad siempre ha sido la conservación, pero ha llegado el momento de decidir ¿qué quiere ser La Cartuja en un futuro? y hacerlo con y para el territorio" ha enfatizado Claver.
El presidente ha estado acompañado de la Jefa de Sección de Arquitectura y Patrimonio de la DPH, Laura Puyal, otros técnicos de la institución, así como la empresa que ha ejecutado los trabajos (Albás Tierz Constructora de Sariñena) y representantes de los ayuntamientos de Lanaja y de Sariñena.
Obras y visitas
Las obras que se han ejecutado en los últimos diez meses han supuesto aproximadamente 660.000 euros de inversión en total. La rehabilitación de estos espacios ha permitido ampliar la superficie visitable, sumando el patio interior, que hasta ahora no estaba en condiciones, y también las dependencias del sacristán. "En concreto, el patio del sacristán ha sido una sorpresa porque no esperábamos descubrir una zona tan interesante, va a llamar la atención de los visitantes" ha comentado en sus explicaciones la responsable del contrato, Laura Puyal.
Lo más curioso de estas actuaciones ha sido comprobar cómo los cartujos que habitaron el monasterio lograron almacenar el agua en un lugar de aridez extrema. Las obras han respetado además que los visitantes puedan ver in situ la antigua canalización de las aguas que iban de la cisterna del claustrillo con capacidad para 130.000 litros a la cisterna del patio del sacristán, con capacidad para 240.000.
Las visitas guiadas al monasterio siguen funcionando en cifras similares a años anteriores; hasta el 30 de junio suman 2.754 visitas.