El Museo de Huesca está restaurando sus instalaciones con dos intervenciones de conservación y restauración en el exterior del inmueble. Los trabajos son necesarios para el mantenimiento del edificio, de titularidad estatal, y catalogado como Bien de Interés Cultural desde el año 2003.
La primera intervención está localizada en la calle Nuestra señora de Cillas y corresponde al muro exterior de la Capilla de la Universidad Sertoriana. Esta sala, que forma parte del discurso expositivo del Museo de Huesca, custodia obras de la importancia de las tablas de Sijena o el tapiz de Roda y su cabecera está decorada por un lujoso retablo barroco, dedicado a la Inmaculada Concepción. Es en el interior del muro sobre el que se ha llevado a cabo la actuación donde se encuentra encastrado el retablo.
En este caso, los trabajos están financiados por el Gobierno de Aragón y han consistido en la colocación de un sistema de cerramiento, no estanco, con losas de alabastro en las tres ventanas troneras del muro. También se ha llevado a cabo el saneado y consolidación de los sillares que constituyen los vanos y la limpieza antes de la colocación de las piezas de alabastro.
La empresa Artesa, bajo la supervisión de técnicos del Museo de Huesca, es la responsable del proyecto y de la ejecución de los trabajos, que finalizarán esta semana con el desmontaje de los andamios, quedando visible el cerramiento que se ha realizado.
Esta intervención, que entra dentro del ámbito de la conservación preventiva, estaba justificada puesto que dos de los tres vanos se encontraban abiertos y permitían filtraciones de agua de lluvia, acumulación de polvo, pervivencia de nidos y depósitos asociados a aves. El tercer vano, situado en el centro del paramento, quedaba tabicado de manera precaria con ladrillos.
Con el cerramiento de estas ventanas troneras se busca imposibilitar el acceso total de aves, así como la entrada de agua, polvo y suciedad del exterior. También se conseguirá un mayor control y uniformidad a los parámetros medioambientales que requieren las salas del museo y las obras de arte expuesta en ellas.
Segunda intervención
La segunda intervención se está ejecutando en el arco arbotante y estribo exterior que sirve de refuerzo a la torre de Doña Petronila y que forma parte de las antiguas dependencias del Palacio de los Reyes de Aragón, datado en el siglo XII.
Esta actuación está costeada por el Ministerio de Cultura. Tras la elaboración de un proyecto de ejecución, a cargo de Anfión, Arquitectura y Patrimonio S.L.P., la empresa Obras y Restauraciones Sagarra S.L. es la encargada de realizar los trabajos, que consisten en la consolidación y restauración de los mencionados elementos arquitectónicos.
Tras los desprendimientos de piezas de revocos y fragmentos pétreos a la vía pública, ocurridos en varias ocasiones, el Ministerio de Cultura realizó un estudio del estado de conservación y comprobó que se precisaba una intervención de urgencia.
Los objetivos son la recuperación de la estabilidad del monumento, frenando su deterioro y garantizando su correcta conservación, así como restablecer la seguridad de uso del espacio adyacente. Para conseguir ambos propósitos se están llevando a cabo trabajos de restauración y consolidación de los paramentos y las coronaciones del arbotante y del estribo, y de las zonas más inestables del muro adyacente de la torre.
Para ello se prevé la retirada de elementos nocivos, como vegetación o rejuntados de cemento, la reposición de los morteros perdidos y la restitución de materiales en las zonas donde sea estrictamente necesario para su estabilidad. Esta intervención persigue disminuir los daños más graves y urgentes que afectan a la seguridad del monumento.
Criterios de intervención
Las propuestas de intervención planteadas en ambos proyectos se realizan siempre teniendo en cuenta una serie de criterios básicos que provienen de las directrices de los documentos nacionales e internacionales sobre protección y conservación del patrimonio, como las cartas internacionales de restauración promulgadas por la UNESCO, los planes nacionales de patrimonio cultural del Ministerio de Cultura o las recomendaciones de ICOMOS.
Estos criterios se basan en primar la conservación preventiva antes que la propia restauración, restringiendo las intervenciones y evitando actuaciones erróneas o excesivas. En los casos más graves de alteración que impliquen un riesgo de pérdida irremediable del bien cultural se precisan intervenciones de conservación curativa y restauración. Es en estos casos cuando se aplican criterios de mínima intervención, limitando la actuación a lo estrictamente necesario para garantizar la conservación y comprensión del bien.
Por otro lado, los materiales utilizados siempre tienen que ser compatibles con los existentes, entendiendo las técnicas constructivas empleadas, con productos y métodos que no alteren las propiedades físico-químicas de los materiales y evitando la distorsión de la lectura general del monumento.
Por tratarse de un edificio declarado Bienes de Interés Cultural, ambas actuaciones se sometieron a la aprobación de la Comisión de Patrimonio de Huesca y del Ayuntamiento de Huesca.