En los seis primeros meses del año, Consumo Aragón atendió 3.248 consultas. Los sectores que más dudas han generado son la Energía Eléctrica (24,63%), las Telecomunicaciones (8,84%), la Automoción (7,64%) y el Gas (5,30%). Por tercer año consecutivo bajan las telecomunicaciones del 10,60% al 8,84%, manteniendo el primer puesto la energía eléctrica. Un epígrafe que ve aumentada las consultas en función de los múltiples cambios normativos, tensiones inflacionarias y subsiguientes bajadas de precios en el contexto energético internacional y medidas para su contención a colectivos vulnerables.
Para la directora general de Protección de Consumidores y Usuarios, Inma de Francisco "las dudas y consultas de los consumidores reflejan claramente qué preocupa en la sociedad en un momento determinado, como nos revelan las 800 peticiones de información que hemos recibido sobre energía eléctrica". Unas reclamaciones que hacen que desde Consumo Aragón "se colabore activamente para asesorar en esta materia a los hogares aragoneses".
El informe de Consumo Aragón para los primeros seis meses del año destaca también que la consulta es el modelo de demanda de información más común. Si bien en ocasiones puede derivar hacia reclamación por la vía de arbitraje de consumo o denuncia administrativa, la mayoría de las veces suele quedarse en mera demanda informativa.
De las 3.248 atenciones realizadas, 2474 fueron consultas; 702 fueron atenciones sobre reclamaciones; 40 sobre denuncias y 26, quejas. "El predominio de las consultas es muy relevante y nos indica que se consolida nuestra educación como consumidores y, en su virtud, se están implementando campañas de educación permanente, ya que el consumidor informado es el que va a poder hacer valer y exigir sus derechos en el consumo. Estas consultas ascienden a un 76,17 % del total de atenciones", ha indicado la directora general.
En cuanto a los motivos que mueven a los usuarios a consultar a los servicios de Consumo Aragón se encuentran fundamentalmente las solicitudes de información general (62,22%), las irregularidades en prestación de servicios (13,08 %) o consultas sobre posibles irregularidades en facturas (10,62%).
Además, el 52,89 % de las consultas de estos meses se han resuelto de forma inmediata, proporcionando al usuario la información que precisaba. Otras veces, la tramitación administrativa de las mismas se ha derivado a los Servicios Provinciales (670 solicitudes), a Arbitraje de Consumo (378 solicitudes) e incluso a otros departamentos de la DGA (80) o a la Mediación (134). El medio más habitual para contactar con Consumo Aragón es el teléfono, seguido por la atención presencial y el correo electrónico. De hecho, de las 3.248 personas que han solicitado información entre enero y junio, 1.445 han optado por la vía telefónica, lo que supone un 44,49% del total. Presencialmente han sido atendidas 1.280 personas; y por correo electrónico se ha atendido a 523 consumidores.
Perfil del usuario y sectores más frecuentes
El perfil del usuario que demanda información se sitúa en edades comprendidas de entre 40 y 52 años (34,79 %), seguido de los consumidores con 53-65 años (25,06%), y 27-39 años (19,09%). Las mujeres han sido las principales demandantes de información de consumo, con una diferencia de 17 puntos porcentuales con respecto a los hombres. Y gran parte de las llamadas y atenciones se realizaron desde la provincia de Zaragoza, 72 %, frente al 14,4 % de Huesca y 12,6 % de Teruel.
Los sectores que generan mayores cuestiones en los consumidores son la energía eléctrica, las telecomunicaciones, la automoción y el gas. En energía eléctrica, las reclamaciones se producen por disconformidad en lecturas, tarifa de luz y mercado liberalizado, cambios de compañía y altas sin consentimiento del usuario, irregularidades en servicios adicionales y consultas sobre los nuevos tramos horarios, vaivenes de precios y medidas de contención, mercado regulado y precios en el mercado mayorista, falta de facturación, lecturas estimadas.
En las telecomunicaciones, las dudas están relacionadas con dificultades para darse de baja de los servicios; dificultades para la portabilidad; modificación unilateral del contrato con incremento de la cuota en base a mejoras tecnológicas; cobro por aplicaciones móviles no gratuitas, juegos y pagos a través del operador; no facilitar una copia del contrato; altas no solicitadas; incumplimiento de las condiciones comprometidas.
En automoción, faltas de conformidad durante el periodo de garantía de tres años desde la adquisición, reparaciones realizadas con posterioridad a la finalización de la garantía de la compraventa, que tienen un periodo de garantía de tres meses, ausencia de presupuesto en la reparación, cobro de suplementos no informados correctamente (urgencia, desplazamiento), entre otros.