Oliete, situado a orillas del río Martín, tiene apenas 343 habitantes, tal vez por eso, muchas personas no saben el inmenso "secreto" que esconde.
En las afueras de este pequeño y encantador pueblo de Teruel se encuentra uno de los fenómenos naturales más impactantes del mundo, la Sima de San Pedro, un impresionante pozo natural de 108 metros de profundidad, el más grande de su tipo en Europa y uno de los mayores de todo el mundo.
Pepe Royo, director del Parque Cultural del Río Martín, explica: "Estamos ante una estructura geológica y paraje ecológico de carácter único, y es innegable que atrae las miradas curiosas, pero siendo responsable hay que advertir que esa curiosidad debe tener un límite, que además está marcado con sirgas por cuestión de seguridad; traspasarlas para hacer un 'selfie' o mirar directamente al fondo es una temeridad".
En este enclave, que impacta a los sentidos por su grandiosidad, como si Dios hubiera hundido uno de sus dedos en la Tierra para provocar un fenómeno irrepetible, viven gran cantidad de aves (gorrión doméstico y chillón, grajilla, chova piquirroja, vencejo real, avión común y roquero, estornino negro, paloma bravía, murciélago ratonero, orejudo, común, borde, montañero, hortelano y rabudo) que todos los días, al amanecer y al atardecer, producen un fenómeno inigualable al entrar y salir del lugar respetando siempre el mismo patrón invisible, como si les hubieran asignado una posición que no pueden abandonar.
Sima de San Pedro
La Sima de San Pedro cuenta con un lago interior de 4000 metros cuadrados, donde, gracias a una combinación muy especial de nutrientes, agua y sol, viven la culebra viperina, el sapo partero y diferentes tipos de algas.
En la oscuridad del pozo también pueden encontrarse siete clases de murciélagos: rabudo, ratonero, hortelano, orejudo, montañero, borde y común.
Las autoridades locales trabajan junto a organizaciones ambientales internacionales para proteger este increíble fenómeno de la naturaleza, garantizando que los visitantes puedan disfrutar del espectáculo sin dañar el delicado equilibrio ecológico existente.
Además de la Sima de San Juan, Oliete cuenta con otros grandes atractivos como tres ermitas históricas (la ermita de la Virgen del Cantal, de finales del siglo XVII; la ermita de San Bartolomé, del siglo XVII; y la ermita de San Pedro); y el asentamiento fortificado de San Pedro de los Griegos, sobre el que Royo cuenta: "En la Edad Media esta zona cayó en manos de los monjes mercedarios del santuario de Nuestra Señora del Olivar situado en Estercuel, muy cerca de aquí y como Oliete perteneciente a la Comarca Andorra-Sierra de Arcos. El caso es que estos monjes fundaron una capilla bajo la advocación de San Pedro y bautizaron al poblado, desde hacía siglos abandonado, como San Pedro de los Griegos, ya que algún monje viajado vio un parecido entre la torre y fortines similares que había visto por el Peloponeso".
Otro sitio imperdible es el "Frontón de la Tía Chula", un conjunto de pinturas rupestres dibujadas sobre las rocas que tiene un orificio por el cual, durante los equinoccios de primavera y otoño, se filtra la luz solar. Se lo considera el santuario solar más antiguo del mundo y, cada año, exactamente el 21 de septiembre y el 21 de marzo, centenares de personas se congregan allí para adorar al astro rey.
Un dato curioso es que, hace poco más de un mes, paleontólogos de la Fundación Dinópolis descubrieron en Oliete fósiles de helechos en un estado de conservación extraordinario. El investigador Luis Miguel Sender remarcó: "Estos fósiles representan la primera evidencia científica de este helecho en el Albiense de España, completando un vacío temporal y geográfico en la distribución de este taxón en el suroeste de Eurasia".