Este año, Épila va a celebrar su carnaval a partir de este jueves con el reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico de Aragón a esta tradición que es una de las tradiciones más arraigadas de este municipio, con la implicación de todos los vecinos y vecinas y la puesta en escena de unos símbolos propios de Épila: las mascarutas y el taleguillo que cubre sus rostros, el muñeco don Zaputero o las murgas que se cantan, son algunos de los elementos propios de este carnaval, el más famoso de la provincia.
El programa de actos que comienza este jueves lardero con un concurso de Zaputeros y un pasacalle. Los actos se sucederán hasta el domingo 9 de marzo, denominado como Domingo de Piñata, con las mascarutas y sus caras cubiertas con el taleguillo, simulando voces chillonas, la sátira de las murgas, don Zaputero que permanecerá "colgado" en el ayuntamiento durante todos los carnavales arderá en la hoguera el domingo de Piñata, los concursos de disfraces, la Peña el Almuerzo, el desfile de carnaval, los almuerzos y, en definitiva, con la participación de toda la localidad. Precisamente el pasado viernes la Diputación de Zaragoza y el Ayuntamiento de Épila presentaron la programación del carnaval de este año.
El anuncio de la declaración de Fiesta de Interés Turístico de Aragón llega tras la labor y esfuerzo del ayuntamiento para documentar y acreditar la tradición y celebración de los carnavales en Épila. "El trabajo realizado y sobre todo la implicación y participación de la ciudadanía han sido clave para conseguir este reconocimiento que sin lugar a dudas redundará en la difusión y promoción más si cabe de este carnaval", ha dicho el acalde, Jesús Bazán.
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Estas cuestiones y otros muchos elementos forman parte de la memoria que se presentó al Gobierno de Aragón para sustentar la declaración que se ha obtenido como Fiesta de Interés Turístico. Allí ya se aporta documentación de la celebración del carnaval desde hace más de 176 años y, especialmente, del carácter popular y la gran implicación y participación ciudadana en los carnavales.
Tal es el arraigo y tradición entre los vecinos, que durante la guerra civil, cuando se prohibió la celebración de los carnavales en España, "el de Épila, al igual que el de Cádiz y Santa Cruz de Tenerife, logró burlar la represión con fiestas clandestinas, con enigmáticas vestimentas y ocultándose gracias a sus agudas voces, y así los epilenses continuaron con sus celebraciones incluso durante el franquismo".
"Las labores de investigación y documentación de realizadas en el archivo municipal por parte de nuestra guía fundamentan este reconocimiento", ha dicho la concejala de Turismo, Sara Guerrero. "Los carnavales en Épila son más que una fiesta, se viven como una tradición de esta localidad, y como una forma de divertirse sana, humilde, libre y pícara", ha añadido la concejala, en recuerdo a todas las personas que en la guerra y dictadura quisieron mantener esta identidad.