Gran asistencia y un público entregado. El Paso 2024, Fiesta de Singularidad Turística de la provincia de Málaga, logró este fin de semana encandilar a un respetable en el Parque Rústico de Retamar, en Benalmádena Pueblo, bajo la mano de su directora, Lola Guerrero, y más de 150 vecinos interpretando la Pasión de Jesús.
Pese a que este año se celebraba de manera inusual, tras tener que suspenderse el pasado Jueves Santo y Viernes Santo a consecuencia del mal tiempo, viento y lluvia, las sesiones de este sábado y domingo este fin de semana registraron una histórica asistencia, según los organizadores, gracias al trabajo previo de difusión del acontecimiento, el buen tiempo y la amplia agenda prevista para todo el fin de semana por todo el municipio de Benalmádena.
Esta representación, dirigida por Lola Guerrero, destacó por el arduo trabajo plasmado en Retamar gracias a una elaborada gran puesta en escena, además de la enorme calidad del vestuario utilizado y la gran interpretación, a cargo de vecinos del municipio, que este año contó también con nuevas caras para una representación que supera las tres horas de duración.
Gradas llenas, público por los alrededores, curiosos y visitantes, este año, sin duda, El Paso 2024 da un paso de gigante al contar también con un arduo trabajo de promoción y difusión. A los tradicionales actos previos, se ha sumado una nueva muestra en el Hotel La Fonda en la que se recogen imágenes inéditas de su interpretación en la pasada edición, así como con el valor añadido del galardón Nazareno del Año que otorga la CADENA SER en la provincia de Málaga.
La nueva página web, www.elpasodebenalmadena.com, se supera cada día. Según los datos de los que dispone el Ayuntamiento, desde su puesta en marcha se han registrado más de 1.500 solicitudes de información vía email, rellenando los usuarios el formulario a través de dicha página.
Con más 150 personas formando parte del reparto, El Paso se ha convertido en uno de esos momentos imprescindibles que hacen que la Semana Santa de Benalmádena brille con luz propia, una fecha ineludible en agenda, gracias a una recreación dramática de los últimos días de la vida de Jesucristo en la que participan los vecinos del municipio, una popular tradición que empezó a celebrarse en Benalmádena en los años 40 y que perdura hasta día de hoy, superándose edición tras edición.