La Policía Nacional tuvo que intervenir en la madrugada del 4 de septiembre en Jerez de la Frontera llevando a cabo la detención de dos varones jóvenes de veinte (20) y veintidós (22) años de edad respectivamente, a los que les figuran antecedentes previos entre ellos otros por delitos similares, como presuntos autores de los delitos contra la seguridad vial, allanamiento de morada, daños en los equipamientos públicos así como de resistencia y desobediencia contra agente de la Autoridad, tras protagonizar un peligroso e intenso episodio de conducción temeraria y huida frenética a bordo de un turismo de elevadas prestaciones.
Durante el mismo pusieron en serio riesgo su propia vida y la de numerosos ciudadanos tras conducir por varias avenidas y calles de la ciudad en dirección contraría y a gran velocidad, causar daños de importancia en el equipamiento urbano municipal tras se estrellarse contra varias señalizaciones de tráfico y llegar a introducirse en dos domicilios particulares tratando de eludir la acción policial.
Los hechos se sucedieron sobre las 06:15 horas de la noche cuando dos agentes de la Policía Nacional que realizaban una patrulla rutinaria por la zona detectaron a los implicados conduciendo un turismo de color oscuro circulando en dirección contraria y a alta velocidad por la Avenida Nuestra Señora de la Paz, provocando un riesgo inminente de ocasionar un impacto directo contra otro conductor que circulara en esos momentos correctamente por el puente de la misma avenida desde la Glorieta del Minotauro en dirección a la del Catavinos.
Acciones claramente infractoras y delictivas de los sujetos al volante
Ante las acciones claramente infractoras y delictivas de los sujetos, que ponían en grave riesgo su propia vida y aún más importante la del resto de ciudadanos que a esas horas conducían sus vehículos o caminaban por las inmediaciones, los agentes se dirigieron hacia ellos ordenándolos que se detuvieran, sin embargo los individuos al percatarse de la presencia policial se dieron a la fuga, realizaron un giro prohibido por las normas de circulación, cruzando toda la calzada e internándose a gran velocidad por la calle Pintor Muñoz Cebrián, donde pusieron en grave riesgo a muchos jóvenes que a esa hora salían de un local de un conocido local de ocio nocturno.
Seguidamente continuaron su huida temeraria llegando a circular en dirección contraria por las calles María del Carmen Requejo Iglesias hasta llegar a la Avenida de la Virgen de Fátima, la cual recorrieron a alta velocidad hasta que se llegaron a la Glorieta del Catavinos, la misma la tomaron de forma "kamikace", incorporándose en dirección izquierda en sentido contrario a la circulación, estando muy cerca de colisionar de forma frontal con varios conductores que se incorporaban a la misma correctamente desde la calle Rafael Alberti e internándose a muy alta velocidad en la calle Martín Ferrador, perdiendo el control del vehículo al final de la misma con la Glorieta de Juan Holgado, donde impactaron con gran violencia arrancando de cuajo numerosas señales de tráfico que provocaron daños de gravedad en el vehículo y en mobiliario público.
Aún así, y ya rodeados por varias patrullas de la Policía Nacional, se negaron a detenerse y, sin prácticamente visibilidad, ya que la luna delantera del coche estaba hecha añicos por el impacto, se internaron en dirección contraria y subiéndose por la zona del acerado por la calle Córdoba hasta la intersección con Avenida de la Rosaleda, donde abandonaron el vehículo y trataron de continuar la huida a pie, el primero de ellos hacia la calle Comandante Paz Varela donde se introdujo en una vivienda escalando la fachada pero fue localizado y detenido, y el segundo continuando la carrera perseguido por los agentes sin perderle de vista en ningún momento, cruzando todo el parque González Hontoria y la Avenida del Altillo hasta la calle Alfonso Rojas y finalmente Antonio Castilla, donde el conductor saltó el vallado de una vivienda unifamiliar, introduciéndose en el patio de la misma donde fue alcanzado y detenido por los agentes, no sin antes tener que superar la enorme resistencia violenta que presentó ante su arresto.
Las viviendas donde se introdujeron se encontraban vacías en esos momentos
Afortunadamente ambas viviendas donde se introdujeron los detenidos estaban vacías en esos momentos, lo que evitó el sobresalto de sus moradores, varios agentes se quedaron junto al vehículo abandonado señalizando el mismo, ya que había quedado cruzado en la calle Córdoba en dirección contraria a la normal circulación, poniendo en serio riesgo a los conductores que se incorporaran a esa vía desde la Avenida de la Rosaleda.
Efectivos de la Policía Local se personaron rápidamente en el lugar colaborando en la señalización de la zona del impacto y del vehículo siniestrado, de igual forma a petición de los agentes nacionales realizaron a ambos detenidos la prueba de alcoholemia, dando en caso el conductor positivo y superando el nivel de alcohol en sangre que por ley se considera delito y no infracción administrativa, por lo que sumó un nuevo cargo penal por delito vial.
Ambos detenidos fueron trasladados a las dependencias de la Comisaría de Jerez, en la Avenida de la Universidad, donde ingresaron en la zona de calabozos hasta que fueron oídos en declaración por la Autoridad Judicial, el vehículo fue intervenido como objeto del delito en situación de siniestro total.