Unos 250 nadadores llegados de todos los rincones de Andalucía tomarán parte este sábado en la novena edición de la Travesía a nado Brazadas Solidarias Chiclana, organizada por la asociación Brazadas Solidarias y el Ayuntamiento de Chiclana a beneficio de la Fundación Vicente Ferrer. La travesía se celebrará este sábado y volverá a contar con una enorme afluencia de deportistas solidarios en plena temporada de verano en la playa de La Barrosa. Así lo han anunciado el delegado municipal de Deportes, José Alberto Cruz, y el representante de la Fundación Vicente Ferrer, Rafael Carmona.
Durante la presentación, el edil ha destacado la tradición deportiva y solidaria de la ciudad, que dan como resultado la amplia participación en este tipo de pruebas. "La causa merece la pena y por ello quiero invitar a toda la ciudadanía a tomar parte en esta cita, veterana ya en Chiclana y con una gran organización", ha señalado José Alberto Cruz.
Por su parte, Rafael Carmona ha explicado el proyecto al que van destinados los fondos de, reseñando que han elegido Nepal por la alta tasa de explotación infantil que existe en las fábricas de ladrillos y lo necesaria que es la intervención allí. Además, ha agradecido el apoyo del Ayuntamiento cada, "porque la travesía de Chiclana es una de las más numerosas e importantes que tenemos en Andalucía".
El evento tendrá dos distancias: 1.000 metros, con salida a las 11:00 horas, y 2.500 metros, con salida a las 11:45 horas. La concentración de nadadores se realizará junto a la sede de la Cruz Roja en la playa chiclanera.
Hay que recordar que la travesía tiene un objetivo solidario. Y es que la tarifa de las inscripciones estará destinada a financiar la educación de niños y niñas de Nepal en situación de vulnerabilidad de la mano de la Fundación Vicente Ferrer, ONGD a la que está vinculada Brazadas Solidarias.
La Fundación Vicente Ferrer (FVF) es una Organización No Gubernamental de Desarrollo (ONGD) comprometida desde 1969 con el proceso de transformación de una de las zonas más empobrecidas de India, los estados de de Andhra Pradesh y Telangana, al sureste del país, donde habitan comunidades en alto riesgo de exclusión social y colectivos de enorme vulnerabilidad. Actualmente, la FVF trabaja en más de 3.500 aldeas y beneficia con su acción a más de 3,6 millones de personas.
El proyecto solidario de la FVF en Nepal
La Fundación Vicente Ferrer, que trabaja en la India desde hace más de 40 años, ha puesto en marcha la primera fase de su internacionalización en Nepal, un país con una población que aún no se ha recuperado de las consecuencias del devastador terremoto de 2015. En los contextos de crisis, la infancia se convierte en la primera y principal víctima. Por ello, la Fundación está dando apoyo a tres colectivos: menores cuyas familias trabajan en los tradicionales hornos de ladrillo, una industria con un alto índice de empleabilidad infantil; niñas y niños con parálisis cerebral, y personas adultas con problemas de salud mental, cuya carga familiar recae en sus hijos e hijas.
Se calcula que en Nepal hay unas 750 fábricas de ladrillo, (cifras no oficiales apuntan a más de 1.000, porque muchas son ilegales) una industria que ha crecido al amparo de la construcción y la exportación a países ricos donde existe mayor regulación medioambiental. Son empleos que suelen estar ocupados por familias empobrecidas, la mayoría de las castas más bajas o dálits. Se trata de un trabajo temporal, que se desarrolla entre noviembre y mayo, época en la que no hay monzones.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 16% de la fuerza laboral de las fábricas de ladrillos está formado por menores, lo que supone que entre unos 20.000 y 30.000 niños y niñas que deberían estar en las escuelas sufren explotación laboral y riesgos a su salud por cargar pesos excesivos y exponerse a las nubes de humo tóxico que emanan de las chimeneas de los hornos.
La Fundación Vicente Ferrer está apoyando en Nepal a siete escuelas para que menores en edad preescolar (de 3 a 6 años) y pertenecientes a familias que trabajan en este sector reciban nutrición, ropa y cuidados mientras sus padres trabajan como temporeros. Sin este apoyo, los niños con toda probabilidad acabarían trabajando con ellos.
Esta intervención de la Fundación Vicente Ferrer en Nepal contempla también la rehabilitación y nutrición de menores con discapacidad en centros de día, el apoyo psicológico a sus madres y la sensibilización de las familias con hijos e hijas que cuidan a alguno de sus progenitores con enfermedades mentales para que no abandonen sus estudios.