La isla de Lanzarote es uno de los destinos más elegidos de España, un hecho confirmado por números contundentes: este año las reservas de billete de avión para disfrutar este paraíso del archipiélago canario crecieron más de un 13%, con un incremento considerable de turistas provenientes de Italia, Austria, Países Bajos, Brasil y Estados Unidos.
El Parque nacional de Timanfaya, uno de los sitios más impresionante y emblemáticos de la isla, visitado por más de un millón de personas cada año, recuerda la superficie de Marte por sus impactantes campos de lava, sus imponentes montañas y un paisaje que retrotrae la mente al 1730, cuando ocurrieron las violentas erupciones volcánicas que cambiaron la superficie del lugar para siempre.
"La Ruta de los Volcanes" permite conocer las zonas más espectaculares del parque, incluyendo "El diablo", un restaurante creado por el artista César Manrique.
A pocos kilómetros de Timanfaya se encuentra la Cueva de los Verdes, un impactante túnel volcánico que se formó hace 3000 años y permite recorrer, durante una hora, extensas galerías que combinan pasajes muy estrechos con imponentes galerías de hasta cincuenta metros de altura, donde pueden apreciarse afiladísimas estalactitas de magma.
Parque nacional de Timanfaya
Aprovechando la acústica única del lugar, las autoridades montaron un escenario de madera donde, a lo largo del año, actúan intérpretes de música clásica, pianistas, bandas de jazz, ópera y flamenco.
Además de la extensa superficie "lunar" que la hizo conocida en todo el mundo, Lanzarote también es famosa por sus increíbles playas, entre las que destacan:
- Caletón Blanco: una playa de arena fina, con aguas color turquesa, ideal para familias con niños pequeños.
- Playa de Papagayo: situada en la zona protegida del Parque Natural de los Ajaches, ofrece más de un kilómetro de arena dorada y aguas calmas, perfectas para nadar o bucear, explorando la intensa vida marina y los bellísimos arrecifes del lugar; además, el entorno que rodea al arenal es perfecto para practicar el senderismo.
- Playa Honda: situada entre Puerto del Carmen y Arrecife, junto al Aeropuerto de Lanzarote, ofrece dos kilómetros de arena perfecta para descansar y broncearse, con un extenso paseo marítimo en el que se practican toda clase de deportes.
- Playa Mujeres: ubicada en el corazón del Parque Natural de Los Ajaches, destaca por el contraste entre su arena profundamente blanca y el intenso azul de sus aguas. Aquí es posible disfrutar de la naturaleza en su estado más puro, con un suave oleaje, perfecto para nadadores de todas las edades.
- Playa de Famara: situada al noroeste de la isla de Lanzarote, fue elegida por el reconocido diario inglés "The Sun" como una de las mejores playas del mundo: "Cuando la marea está baja, se cubre de enormes piscinas de agua poco profunda, el lugar perfecto para relajarse".
Lanzarote también ofrece la posibilidad de practicar el nudismo en sitios específicos, como sus playas La Cantería, Janubio y Puerto Muelas.
Las bellezas naturales de la isla se ven complementadas por una excelente gastronomía que combina lo clásico con lo moderno, usando el pescado fresco como el ingrediente central de sus mejores platos, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de disfrutar exquisitos mariscos, deliciosas sardinas, imperdibles pulpos, tentadores calamares, impagables merluzas e inigualables corvinas; también es posible probar carne de cochino, pollo, conejo y cabra, todo acompañado de los vinos de la región, elaborados con las uvas que crecen en las viñas volcánicas.
Los amantes de la literatura tienen la oportunidad de conocer la casa donde vivió, sus últimos años, el escritor José Saramago, premio Nobel de Literatura, quien confesó: "Lanzarote no es mi tierra, pero es tierra mía. Por favor, defended Lanzarote. Respetad esta isla para que todo siga tal y como está y podamos vivir como hemos vivido hasta ahora".
Pilar del Río, su mujer, remarcó: "José sintió Lanzarote, esta tierra-cuerpo, de forma tan íntima y profunda que hasta su estilo literario se modificó".
En la isla, Saramago escribió sus últimas ocho novelas, incluyendo clásicos como "Ensayo sobre la ceguera"; y le dedicó "Cuadernos de Lanzarote", un imperdible libro de reflexiones, observaciones e ironías.
La casa del escritor, situada en Calle los Topes 3, Municipio de Tías, se convirtió en un museo donde es posible admirar su inmensa biblioteca, contemplar antiguas fotos familiares y conocer los olivos que plantó con sus propias manos.