El informe publicado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales confirma la senda transitada por Castilla y León en los últimos años: continúa siendo líder en atención a la dependencia. Aun introduciendo nuevos parámetros de valoración para elaborar la clasificación por comunidades, obtiene un 8,3 de nota, sigue a la cabeza en la gestión del sistema y arroja cifras que certifican la solidez del sistema autonómico.
Los datos, correspondientes a 2023, muestran cómo la Comunidad asumió 8.416 nuevos dependientes, que supone un 7,37 % más que la media nacional. Esto se traduce en la concesión de 14.681 nuevas prestaciones, de las cuales el 41 % pertenecen a nuevos servicios de Teleasistencia —6.049 más— y el 32 % a prestaciones económicas vinculadas a un servicio —lo que equivale a un aumento de 4.695—. Precisamente, estas ayudas ocupan el 31,4 % de la cartera de servicios de Castilla y León, frente al 11 % del resto de comunidades, con un coste medio de 363,31 euros.
El Observatorio califica el sistema de Atención a la Dependencia castellano y leonés como de 'plena atención', ya que existe una casi total correspondencia entre el número de personas valoradas con derecho —122.746— y el de personas atendidas —122.589—.
Además, en cuanto a generación de empleo directo, la Comunidad también se sitúa como la líder del resto de autonomías, con 39.474 puestos de trabajo creados y una tasa de generación de empleo de 65,9 puestos por millón de euros invertido. Ello implica que el sistema de Atención a la Dependencia de Castilla y León es el más eficiente y equilibrado en comparación con el conjunto de España.
El año pasado, se generaron 2.743 puestos de trabajo directos para atender a los 8.416 nuevos dependientes dentro del sistema, cifras manifiestamente positivas que hacen del modelo castellano y leonés un ejemplo exportable a otros territorios.