El director general de Ejecución Penal y Reinserción Social, Miguel Ángel Vicente, ha inaugurado esta mañana en Burgos el curso formativo para los profesionales penitenciarios que estarán al frente de las tres nuevas unidades caninas que se van a implementar en prisiones de la Administración General del Estado y para aquellos que se incorporan a las ya existentes.
"Con la creación de los nuevos equipos cinológicos estamos reafirmándonos en una apuesta decidida por sumar cuantas estrategias sean precisas para evitar la entrada y el consumo de droga en prisión. En última instancia, se trata de poner en funcionamiento herramientas que contribuyan al abordaje de las adicciones y a la protección de la salud de quienes cumplen penas privativas de libertad", ha trasladado el director general en su intervención.
A día de hoy, son 23 las unidades caninas en activo en los centros penitenciarios de la Administración General del Estado. Cuentan con infraestructura propia las prisiones de A Lama (Pontevedra), Albolote, Algeciras, Burgos, Castellón II, Ceuta, Córdoba, Huelva, Las Palmas II, León, Madrid III, Madrid V, Madrid VII, Málaga I, Málaga II, Mallorca, Murcia II, Puerto III, Sevilla II, Teixeiro (A Coruña), Topas (Salamanca), Valencia y Zaragoza. Además, estos equipos prestan servicio a otros centros penitenciarios en la zona en la que operan, por lo que su radio de acción se extiende a gran parte de la geografía.
Ahora, con el curso formativo que comienza este lunes, el objetivo principal es implementar tres nuevas unidades caninas, que estarán adscritas a las prisiones de Alicante II, Dueñas y Tenerife. De manera que serán 26 los centros penitenciarios con equipos propios.
En la inauguración, que ha tenido lugar en el Teatro Principal de Burgos, han intervenido tanto el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, como la alcaldesa de la ciudad, Cristina Ayala, a quien el director general de Ejecución Penal ha agradecido la colaboración del Ayuntamiento.
Asimismo, Miguel Ángel Vicente ha destacado el compromiso de la Policía Local de la ciudad, clave para poner en marcha en 2018 la primera experiencia piloto en el Centro Penitenciario de Burgos y para el desarrollo de las siguientes fases del proyecto de creación de unidades caninas.
Burgos, sede formativa
El curso que comienza este lunes contempla sesiones teóricas y entrenamiento práctico en los centros de trabajo y se desarrollará durante 520 horas lectivas. En esta ocasión, participarán diez profesionales que tendrán asignados diez perros para su adiestramiento en la detección de droga mediante el sistema de marcaje lapa.
Esta técnica, nuevamente impartida por especialistas de la Policía Local de Burgos, así como de otros puntos del país, y por un experto cinológico de la prisión burgalesa, se caracteriza, fundamentalmente, por ser poco invasiva: el perro se limita a indicar la zona en la que detecta la presencia de sustancias estupefacientes.
Además de ser uno de los recursos de los que disponen los trabajadores penitenciarios para neutralizar la presencia de droga en el interior de la prisión, el efecto disuasorio de las unidades caninas en los accesos de los establecimientos supone un refuerzo de las campañas de concienciación que se impulsan periódicamente y que están orientadas a luchar contra la entrada y el consumo de estupefacientes en los centros.
En esta tarea, se seguirá contando con la colaboración de los equipos cinológicos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.