La Policía Nacional ha llevado a cabo la denominada Operación 'Merche' contra el tráfico de drogas que ha supuesto la detención de un hombre y el desmantelamiento del punto de venta de cocaína que el investigado sostenía y potenciaba con su actividad.
Se trata de una operación con una duración aproximada de cinco meses y que ha partido de una escasa información inicial. Una vez que los agentes antidroga comprobaron la certeza de la misma, en concreto la actividad de venta de cocaína a demanda de los consumidores desde un domicilio del distrito sur de Burgos, donde al parecer también se estaría ofreciendo y vendiendo productos anabolizantes sin control médico ni de ningún otro tipo.
Los avances en la investigación proporcionaron tanto la identidad del sospechoso, como el nivel al que vendía esta droga, pues al parecer era capaz de suministrar cocaína independientemente de la dosis solicitada, por lo que la entidad del delito cometido era mayor de la inicialmente considerada.
En este sentido, los objetivos policiales se ampliaron a la necesidad de conocer las vías por las cuales el investigado se proveía de las sustancias que posteriormente vendía, pero también a la acreditación documental de qué actividades correspondían a su mero quehacer diario o rutinas y cuales a su implicación en el tráfico de drogas.
A pesar de las dificultades técnicas y operativas inherentes a la lucha contra estos delitos, cuando los investigadores consideraron que la actividad indiciaria y/o probatoria era suficiente para explotar la operación y demostrar los hechos, el pasado 28 de septiembre abordaron al investigado en la vía pública, impidiendo una operación de venta in fraganti, y procedieron de inmediato al registro de su domicilio –situado en el distrito oeste de la capital- en coordinación y bajo la autorización del Juzgado de Instrucción competente.
Durante la práctica del mismo se localizaron e intervinieron más de 60 gramos de cocaína de máxima pureza, así como 400 gramos de sustancia de corte positivo al coca-test, siendo apta en sí misma para ser vendida para satisfacer demandas al menudeo, por lo que se concluye que el detenido –que cuenta con los conocimientos necesarios para manipular la sustancia y aumentar su 'nómina' de clientes- habría sido capaz de duplicar o triplicar la sustancia estupefaciente, aumentando exponencialmente sus ganancias.
Igualmente, y como suele hallarse, en el domicilio se encontraron útiles imprescindibles para la manipulación de la droga, tales como básculas de precisión, precinto para bolsitas y una cantidad importante de dinero en efectivo, hecho indiciario de que la venta de la sustancia intervenida estaba preordenada para su venta al menudeo a un gran número de potenciales clientes.
Por último y tal y como se preveía, los investigadores intervinieron numerosos viales de sustancias anabolizantes, cuyo uso comercial es puramente médico. Su administración con fines diferentes a los prescritos por un facultativo en base a requerimientos estrictamente de salud comporta riesgos muy elevados.
Se trata de productos conocidos por su utilización en ámbitos de mejora en el rendimiento deportivo, principalmente en aficionados al culturismo. La falta de control sobre los mismos, como ha sido el caso, aumenta las posibilidades de que o bien sean falsos o bien estén adulterados.
Objetivo estratégico de la Policía Nacional
La erradicación de los llamados 'puntos negros' de distribución y venta de sustancia estupefaciente forma parte de los objetivos estratégicos de la Policía Nacional. Su trascendencia para la seguridad y la salud pública no descansa tanto en la cantidad final de droga intervenida, como en la problemática social que esta actividad delictiva arrastra, en concreto en dos aspectos fundamentales:
- El incremento de otros delitos comunes asociados a las drogodependencias, en general hechos contra la propiedad y las personas tales como hurtos, robos con fuerza o con violencia etc.., y que convierten las zonas de distribución, los barrios, y las ciudades en general en lugares menos seguros.
- La afectación a la salud pública. Como es de sobra conocido, la composición de las drogas -sean drogas estimulantes o depresoras del SNC, o alteradores de la percepción (por citar en general los efectos causantes en los consumidores)- se encuentra al margen del control de las Administraciones y los Estados, y está protagonizado por actores cuyo fin último es la máxima ganancia económica, motivo por el que el proceso de 'corte' de muchas de ellas aumenta exponencialmente el riesgo para la salud y la vida que ya de por sí generan.