Tras varios meses de investigación, la explotación operativa de la Operación Larare culminó con la desarticulación de cinco puntos de venta al menudeo de sustancias estupefacientes preferentemente Cocaína y Hachís.
El grupo investigado estaba formado por dos clanes familiares conectados entre sí, dedicados desde hace años al tráfico de drogas, que regentaban varios puntos de venta al menudeo muy activos en esta ciudad. Los mismo estaban ubicados en el barrio de San José y en el barrio de Puente Ladrillo. Este último piso era utilizado como lugar de seguridad donde almacenaban dinero en efectivo, armas, además de cantidades más importantes de sustancias estupefacientes, que posteriormente vendían.
Las investigaciones también llevaron a localizar a la persona que puntualmente abastecía de hachís a uno de los clanes familiares, el cual tenía su domicilio en una localidad próxima a Salamanca. En la vivienda además disponía de una plantación de Marihuana "Indoor" compuesta por 41 plantas de Cannabis Sativa en avanzado estado de floración.

Se llevaron a cabo cinco registros domiciliarios donde se intervinieron 100 gramos de cocaína, 1.357 gramos de hachís, 41 plantas de Marihuana, 9350 euros, un puño americano Táser, útiles para la comisión del delito y útiles para el cultivo, así como varios teléfonos móviles y armas blancas.
De las cinco personas detenidas, cuatro varones y una mujer, a una de ellas le constaba también en vigor una reclamación judicial de detención e ingreso en prisión por la Audiencia Provincial de Logroño por blanqueo de capitales.
A los cinco detenidos se les imputan delitos Contra la Salud Publica, Tenencia ilícita de Armas y Reclamación Judicial.
Una vez finalizadas todas las gestiones en dependencias policiales todos los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente de esta ciudad, la cual decretó el ingreso en prisión de dos de ellos.