La Policía Nacional ha detenido en Puertollano (Ciudad Real) a dos jóvenes acusados de un delito de desórdenes públicos en relación con el desalojo de una conocida discoteca en la madrugada del pasado sábado en esa localidad. Los agentes, junto con el personal de seguridad, desalojaron el establecimiento in extremis tras una estampida de clientes por la salida de emergencias, motivada por la presencia de gas pimienta en el interior de la sala principal.
Los dos presuntos autores accedieron al interior del local ocultando un bote de gas pimienta, con el que rociaron la sala principal cuando el aforo de la discoteca estaba completo. En cuestión de segundos, el gas contaminó toda la sala provocando el caos y dando lugar a una estampida de clientes que luchaban por salir al exterior a través de la salida de emergencia.
La coordinación entre los agentes de policía y los responsables del establecimiento, que sufrió algunos desperfectos materiales, permitió finalmente el desalojo de unas 250 personas, si bien no se registraron heridos de gravedad. Una decena de jóvenes tuvo que ser asistida por mareos, vómitos y problemas respiratorios como consecuencia de la inhalación previa del gas pimienta.
La investigación policial permitió rastrear e identificar en redes sociales a los dos máximos responsables del altercado, procediéndose a su detención y traslado a la Comisaría Local de Puertollano por la comisión de un delito de desórdenes públicos.
La utilización de este tipo de spray puede suponer un ilícito penal grave
Se recuerda que el Reglamento de Armas autoriza la adquisición de sprays homologados siempre y cuando el portador sea una persona mayor de edad y dentro de un contexto exclusivo de defensa personal del usuario para casos de extrema gravedad.
Se trata de un compuesto incoloro con alto contenido en capsaicina, que genera una alta sensación de quemazón e irritación en los ojos y las cuerdas vocales, así como problemas respiratorios graves si se ingiere en el interior de establecimientos cerrados como bares o discotecas. Esto puede provocar una situación caótica extrema que derive en estampidas o avalanchas humanas que luchen por salir al exterior, con el consiguiente riesgo para la vida o la integridad de los allí presentes. Lo que puede dirimirse en responsabilidad penal para los que utilicen este tipo de spray incurriendo en la comisión de delitos graves de desórdenes públicos así como contra la vida o la integridad por imprudencia grave.