El Claustro de la UB ha aprobado elevar al equipo de gobierno y al Consejo de Gobierno de la Universidad la Moción de apoyo a Palestina presentada por un grupo de 45 miembros del propio Claustro. Ha habido 59 votos a favor, 23 en contra y 37 abstenciones.
La investigadora predoctoral en formación Adriana Nadal Matosas ha sido la encargada de exponer ante el Claustro el texto de la moción. El documento que se ha aprobado denuncia los ataques de Israel contra la población palestina de Gaza, incluida la comunidad académica, y recuerda que entre los principios de las universidades públicas se encuentra la defensa de los derechos humanos, la cultura de la paz, el pleno desarrollo del ser humano y la educación en valores.
La moción plantea seis puntos concretos: la exigencia de un alto al fuego; el reconocimiento de que "la ocupación colonial y el apartheid que practica el Estado de Israel son las causas estructurales del conflicto"; la ruptura de toda relación institucional o académica con universidades, institutos de investigación, empresas y otras instituciones israelíes; el compromiso para que la Universidad no realice ningún acto u omisión que contribuya a la ocupación israelí; la creación de una comisión de investigación sobre posibles relaciones institucionales entre la Universidad y entidades que no cumplen el derecho internacional humanitario, y la exigencia a los gobiernos de España y de la Generalitat que corten las relaciones con el Estado de Israel.
Tal y como establece el marco normativo de la LOSU, una vez debatida en el Claustro, la moción se eleva al equipo de dirección y al Consejo de Gobierno para su consideración.
Tras la votación, el rector de la Universidad de Barcelona, Joan Guardia, ha asegurado que "la Universidad de Barcelona no puede permanecer indiferente ante lo que está pasando en Palestina" y ha recordado que la respuesta debe ser tanto humanitaria como de compromiso académico. Guardia ha remarcado la línea de actuación que ha seguido el equipo de gobierno desde el inicio del conflicto: "Compromiso académico con la comunidad universitaria palestina, rechazo frontal y denuncia constante de la agresión, y mantenimiento de las actividades de apoyo que tanto la CRUE, como la ACUP, la Fundació Solidaritat UB y la propia Universidad están desarrollando en la zona". En este sentido, ha apostado por ir un paso más allá y, tomando como referencia el precedente del conflicto en Irak, ha puesto a la Universidad al servicio de los estudiantes para elevar la reflexión sobre las implicaciones de este conflicto. "Tenemos la obligación académica, también el compromiso y el objetivo de ayudar a tener más elementos de juicio" ante semejante desafío. "No seremos cómplices de ninguna vulneración de derechos humanos", ha finalizado el rector.