La Policía Nacional ha detenido en Barcelona a doce jóvenes menores de edad como presuntos autores de un delito de estafa a diferentes víctimas de todo el territorio nacional por un importe superior a 32.000 euros, mediante transferencias fraudulentas y compra de oro, joyas y extracciones en cajeros.
La investigación se inició en septiembre de 2023, a raíz de que se detectase, en la provincia de Jaén, que se había producido el acceso a varias cuentas bancarias de clientes de una entidad bancaria, y se habían realizado compras de joyas y lingotes de oro que estaban pendientes de entrega en diferentes direcciones de la provincia de Barcelona.
Se inicia por tanto la colaboración entre Policía Nacional de Jaén y Barcelona, detectando la existencia de un grupo organizado de carácter criminal dedicado a la comisión de este tipo de estafas, identificados como autores de al menos veinte hechos delictivos cometidos contra víctimas de todo territorio nacional, siendo las víctimas elegidas entre clientes de diferentes cajas de ahorros.
Se pudo verificar la participación en la estafa de nueve personas que actuaban como "mulas", así como tres cabecillas del grupo investigado, encargadas de contactar y captas a las "mulas", detenidos en las localidades de Barcelona y Montcada i Reixac.
La "estafa del nini": Técnicas de phising y jóvenes mulas que trabajan para organizaciones internacionales
Este tipo de estafa se conoce en la actualidad como la "estafa del nini", una modalidad de engaño que utilizan las organizaciones delictivas dedicadas al fraude "on line", y que han visto en los jóvenes sin estudios ni trabajo el caldo de cultivo perfecto para obtener colaboradores que, a cambio de poco dinero, participan en sus delitos recibiendo transferencias, abriendo cuentas para que la organización pueda servirse de ellas, o bien sacando directamente dinero en cajeros para enviarlo posteriormente a cuentas bancarias en el extranjero o cuentas de criptomonedas.
Con anterioridad a la participación de estas "mulas bancarias", la organización obtiene el control del móvil de la víctima y de su aplicación de banca "on line" mediante técnicas de "phising", haciéndose pasar por una entidad bancaria para engañar a la víctima y lograr que pulse un enlace o entre en una web maliciosa, facilitando así sus claves.
Los jóvenes colaboradores, también llamados mulas, suelen ser los primeros en ser detectados en las investigaciones policiales, ya que constan como titulares de las cuentas bancarias o de los números de teléfono móvil a los que va directamente el dinero de la víctima. También suelen ser grabados sacando el dinero en las entidades bancarias o en los cajeros, por ello suelen ser los primeros en ser detenidos.
Estas detenciones, o imputaciones en su caso, les van a conllevar tener antecedentes penales durante varios años, lo que les impediría numerosas salidas laborales u opositar a distintos organismos, así como el acceso a ayudas u otras gestiones relacionadas con la Administración.
Además, una vez que estos jóvenes son detenidos, pocas veces declaran contra las personas que les han captado, principalmente porque lo han hecho a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea, y desconocen quién es la persona real que hay tras esos mensajes.
En otras ocasiones no lo revelan por miedo, como es el caso de uno de los detenidos en esta investigación, quien había denunciado ser víctima de amenazas por parte de una persona a quien había prestado su teléfono para realizar los citados movimientos bancarios.