En nombre de todos los ceutíes. quiero felicitar a nuestra querida comunidad musulmana por el inicio del mes sagrado del Ramadán. Es un tiempo para el recogimiento, sacrificio, oración, es un tiempo para intentar ser mejores, mejores por dentro y también mejores con los demás, con el mundo que nos rodea.
Por tanto, es un tiempo para que nos acordemos de los que sufren y, en ese sentido, no podemos negar que estamos viviendo tiempos extraordinariamente complejos y difíciles, todavía no hemos salido de una pandemia durísima. Por tanto, en estos días, nuestros recuerdos y nuestros corazones tienen que estar del lado de esas familias que han perdido a un ser querido como consecuencia del virus. Nuestros recuerdos y nuestros corazones tienen que estar recordando a quienes se han ido por causa de esta pandemia.
Y tampoco podemos olvidar las tragedias que ocurren en el mundo, y algunas de ellas están ocurriendo muy cerca, en nuestra misma Europa: la tragedia que está viviendo el pueblo de Ucrania como consecuencia de una invasión ilegal, ilegítima, reprobable desde todo punto de vista. Por tanto, que también nuestras oraciones vayan dirigidas a dar consuelo, fuerza, ánimo, solidaridad y apoyo a estas víctimas de la guerra. Solidaridad para que encuentren un futuro de esperanza, para que encuentren acogida y apoyo por parte del resto del mundo y, en particular, de Europa, y para que acabe, por fin, este drama, para que acabe, por fin, esta guerra y se imponga el derecho internacional.
Y también creo que esta festividad es una manera de poner en valor cómo los ceutíes hemos aprendido a vivir juntos, unidos y compartiendo. Compartiendo las festividades de todas las confesiones, compartiendo todas las celebraciones, compartiendo espacios, compartiendo servicios, compartiendo afectos y compartiendo el ser cada día mejores, mejores como sociedad, ser una sociedad cada día más avanzada, que ofrezca bienestar, empleo, esperanza a todos los ceutíes y, en especial a nuestros jóvenes.
Que sigamos siendo eso, un ejemplo de concordia, de convivencia, de fraternidad, de respeto… para el resto de España y para el resto del mundo. Y que sigamos destacando en el amor a España, un amor que es un patrimonio compartido por todos los ceutíes, sea cual sea su credo, sea cual sea su origen. De eso tenemos que sentirnos muy orgullosos.
En nombre de todos los ceutíes, paz, amor y bien.