A las 08:50 horas del pasado martes se recibió en la Sala CIMACC 091 de la Jefatura Superior de Policía de Melilla una llamada telefónica alertando de que una mujer estaba siendo agredida por su hijo. La Sala comisionó a un indicativo "ZETA" del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, quienes en poco tiempo, haciendo uso de los sistemas acústicos y luminosos del vehículo policial, se personaron en el lugar referido, hallando a una mujer sentada en una silla llorando y muy nerviosa, quien manifestó que hacía poco tiempo que dieron de alta a su hijo de la Sala de Psiquiatría del Hospital Comarcal y desde entonces no ha dejado de exigirle dinero, a lo que se negaba ya que todo lo dedica a la compra de drogas. Informando que su hijo la cogió del cuello con sus dos manos, apretando tanto que le resultaba imposible respirar hasta prácticamente perder la conciencia. Cuando ya pensaba que la iba a matar, aflojó, cayendo al suelo y entonces fue golpeada en la cabeza con un jarrón.
Su hijo huyó con el vehículo, el móvil y el DNI de su madre, dejándola encerrada con llave, que posteriormente consiguió salir a través del garaje. Tras dejar a otro indicativo policial para que la atendiera, ya que la víctima tuvo que ser trasladada al Hospital Comarcal, los agentes actuantes se dirigieron a la entidad bancaria de la víctima, localizando allí a su hijo esperando en la cola para sacar dinero, quien tras ser informado del motivo de su detención, se le sometió a un cacheo superficial y se le ocupó dos cuchillos de cocina y sustancias estupefacientes. Ofreció una fuerte resistencia a la detención con gran agresividad, llegando a descuadrar la puerta trasera del vehículo policial por las patadas efectuadas.
El detenido de 33 años de edad pasó a disposición judicial por los delitos de Malos Tratos en el Ámbito Familiar, Resistencia y Desobediencia y Daños, decretando la autoridad judicial su ingreso en Prisión.