Coincidiendo con la celebración de su centenario, el Museo Nacional del Romanticismo, museo estatal dependiente del Ministerio de Cultura, expone al público, por primera vez desde su ingreso en la colección, el lienzo 'La Piedad' de Francisco de Goya (1746-1828). La obra, adquirida a finales de 2023 por el Ministerio de Cultura, se presenta de forma destacada en la Sala del Encuentro (Sala XXV) hasta el 19 de mayo.
Este cuadro, una obra temprana del aragonés realizada durante su etapa zaragozana, se suma al otro lienzo del artista que destaca en la colección de la institución: 'San Gregorio Magno, Papa'. Esta obra ha estado presente en las salas del museo estatal desde su creación hace 100 años, momento en el que ya se puso en valor la figura de Goya como precursor del Romanticismo.
Esta 'Piedad' hasta ahora solo había participado en una exposición celebrada en 2015 en el Museo Goya. Colección Ibercaja de Zaragoza, 'Goya y Zaragoza (1746-1775). Sus raíces aragonesas'. El cuadro se dio a conocer en 2011 en un estudio de Arturo Ansón Navarro y fue sometido a diversos estudios técnicos en el Museo Nacional del Prado en 2013. Gracias a su adquisición por parte del Ministerio de Cultura, la pintura ha pasado a formar parte de las colecciones estatales para el disfrute de toda la ciudadanía.
La obra, de pequeño formato (83,5 x 58 centímetros), conserva la tela y el bastidor originales y se estima que podría haber sido concebida para la devoción doméstica y encargada por algún miembro de la Iglesia o de la burguesía zaragozana del último tercio del siglo XVIII. Constituye una muestra representativa de la obra religiosa de Goya –más frecuente en su producción de juventud–, al igual que el citado 'San Gregorio Magno', si bien este último fue pintado con posterioridad a 'La Piedad', ya en la etapa madrileña.
El pintor aragonés realizó 'La Piedad' en Zaragoza, después de regresar, en 1771, de su viaje de formación a Italia. La influencia de dicha estancia es palpable en el cuadro, donde se aprecia la inspiración de modelos como, por ejemplo, los de Carlo Maratti, Annibale Carracci o Miguel Ángel. Además, esta obra de juventud se ha relacionado desde el punto de vista de su composición y tratamiento de las figuras, con otros trabajos del artista durante su etapa zaragozana, en la que fue desarrollando su estilo. Es el caso de importantes encargos como el de la basílica de Nuestra Señora del Pilar o el ciclo de pinturas murales sobre la vida de la Virgen de la Cartuja de Aula Dei. En este periodo también realizó pequeños cuadros de temática religiosa destinados a la devoción particular, como esta 'Piedad', cuya datación se ha ajustado entre los años 1772 y 1774. Poco después, en enero de 1775, Goya partirá hacia Madrid para pintar cartones para tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara. Su marcha a la Corte será un punto de inflexión en su carrera profesional, llegando a ser primer pintor de cámara en 1799.
'El Museo Presenta'
La presentación del cuadro en la Sala del Encuentro se enmarca en el programa 'El Museo Presenta', un modelo de exposición con el que la institución hace partícipe al público de sus más recientes iniciativas: adquisiciones, restauraciones o nuevas visiones sobre sus colecciones. Comenzó su andadura en 2019 con la compra y restauración del 'Retrato de Francisco Aranda' de Federico de Madrazo. Tras varias ediciones, más recientemente sirvió para dar a conocer otra relevante adquisición para el museo por parte del Ministerio: un estuche con dos pistolas de duelo y sus accesorios del prestigioso armero Eusebio Zuloaga.
En el caso de 'La Piedad', se trata de un montaje expositivo 'ad hoc', al final del recorrido permanente, que permite hacer énfasis en la obra, profundizar en el contexto en el que fue realizada y subrayar la importancia de esta adquisición en particular –y de Goya en general– para el Museo Nacional del Romanticismo.
Cien años del Museo Nacional del Romanticismo
La presentación de esta obra de Francisco de Goya es una de las actividades destacadas con las que el museo invita al público a celebrar su primer centenario. Precisamente, en el año de su creación, 1924, el historiador del arte Manuel Bartolomé Cossío (1857-1935) dirigió una carta a su fundador, el II marqués de la Vega-Inclán, en la que expresaba la necesidad de la presencia del genio de Fuendetodos en el entonces Museo Romántico con estas palabras: "Romántico o no, si sus cuadros no abrieran las puertas del museo, por él vagarían a todas horas eternamente los fantasmas de Goya".
Una centuria después, cuando finalice esta muestra, 'La Piedad' pasará a integrarse en su exposición permanente, formando parte de la estancia de esta casa-museo destinada a la devoción familiar, el Oratorio. Así, contribuirá a completar el discurso de esta sala, en diálogo con el monumental lienzo de Goya que la preside: 'San Gregorio Magno'. De hecho, Cossío definió al artista aragonés como el "romántico quizá más glorioso y original".