Más de 1.700 atletas de diferentes categorías participan en la XXX San Silvestre mostoleña

Más de 1.700 corredores de toda la Comunidad de Madrid y de distintos clubes a nivel nacional de categorías absoluta, máster, cadete, infantil, alevín, benjamín y prebenjamín, participaron en la XXX edición de la San Silvestre mostoleña, que se disputó este sábado 28 de diciembre por unas abarrotadas calles de Móstoles.

En categoría absoluta, los vencedores fueron Nicolás Cuestas, del club Bikila, con un tiempo de 24:01, y Sara Reglero, de la A.A. Móstoles, que finalizó el recorrido en 28:24.

En una jornada marcada por el ambiente festivo en las calles de Móstoles, estuvieron presentes diversos clubes de ámbito local, regional y nacional como A.A. Móstoles, Tri Infinity Móstoles, Desafío Móstoles, Bikila, AD Marathon, CAUG Guadalajara, C.A. Albacete, Pamplona Atlético, Núñez Run Talavera, San Sebastián de los Reyes – Clínica Menorca, R&B Boadilla o Atletismo Pozuelo, entre otros.

En la entrega de premios, participaron el alcalde de Móstoles, Manuel Bautista, el concejal de Deportes y Sanidad, Ángel Álvarez, y otros miembros del Gobierno Municipal.

Los más de 1.700 corredores completaron tres diferentes recorridos según la categoría. La carrera prebenjamín contó con una distancia de 300 metros; la benjamín y alevín, de 1.100 metros; la infantil y cadete, de 2.200 metros; y la general absoluta y master (35 años cumplidos), de 8.000 metros.

Las carreras se disputaron en un circuito urbano, con cronometraje por chip y supervisadas por jueces de la Federación de Atletismo de Madrid (F.A.M.).

En esta edición de la San Silvestre mostoleña se aumentó la cuantía en premios y, como novedad, se premió a los mejores clasificados en categoría Master (35 años cumplidos). En total se entregó un total de 8.000 euros en premios en esta cita deportiva, organizada por el Ayuntamiento de Móstoles, a través de la Concejalía de Deportes y Sanidad, junto a la Asociación Atlética Móstoles y en colaboración con el comercio de proximidad, patrocinadores y el tejido asociativo de la ciudad.