Juan Carlos Garvayo ingresó ayer, domingo 26 de enero, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el discurso Música compartida. Reflexiones sobre la práctica camerística. La contestación por parte de la Corporación fue pronunciada por el musicólogo José Luis García del Busto.
Su elección como académico de número por la Sección de Música tuvo lugar el 24 de junio de 2024. La candidatura fue presentada por la fotógrafa Isabel Muñoz, el compositor José Luis Turina, y el compositor y director de orquesta José Ramón Encinar.
El discurso de Juan Carlos Garvayo, presentado en su recepción en la Academia, es una profunda reflexión sobre la música de cámara y su impacto en su vida profesional y personal. Garvayo comenzó rememorando el debut de "su Trío Arbós" en la misma Academia, un hito que marcó el inicio de su carrera en la música de cámara. Destacó cómo estos primeros conciertos ayudaron a definir la identidad del grupo y enfatizó la importancia de la música de cámara en la formación de un músico, especialmente en el desarrollo de habilidades rítmicas y colaborativas.
A lo largo de su discurso, Garvayo agradeció a quienes apoyaron su candidatura a la Academia, recordando igualmente a Manuel Carra, pianista a quien sucede en la medalla académica, y subrayó la relevancia de figuras que, como la de Alfred Brendel, han influido de forma decisiva en su trayectoria. Defendió la música de cámara como un espacio que permite el diálogo entre intérpretes y compositores, destacando su interacción con compositores contemporáneos como una fuente invaluable de aprendizaje. Esta colaboración no solo enriquece su comprensión musical, sino que también contribuye a la creación de nuevo repertorio.
Juan Carlos Garvayo
Garvayo abordó la historia de la música de cámara en España, resaltando su evolución y algunas obras significativas que han sido redescubiertas o reinterpretadas gracias a su investigación. Señaló las dificultades históricas que ha enfrentado la música de cámara española, pero también celebró su papel crucial en la cultura musical del país.
El discurso abundó sobre la consideración de la naturaleza colaborativa de la música de cámara, que fomenta la comprensión cultural y el crecimiento personal, siendo fundamental "para tocar en conjunto compartir una misma concepción rítmica", Garvayo se valió del término flamenco "compás" para definir esa idea.
El nuevo académico citó a Enrique Fernández Arbós, subrayando la música de cámara como una forma de arte elevada y pura, que ofrece un placer íntimo y profundo tanto para los intérpretes como para los oyentes. Con este discurso no solo celebra su ingreso en la Academia, sino que también reafirma su compromiso con la música de cámara como una forma de expresión artística vital.
La organista Silvia Márquez interpretó dos obras al principio y final del acto: con carácter de estreno la pieza titulada Chacona sobre el nombre de Arbós, compuesta para esta ocasión por el académico José Mª Sánchez-Verdú, y el 6º movimiento, Finale, de la Sinfonía para órgano nº 8 en Si bemol mayor op. 42 nº 4 de Charles-Marie Widor.