Esta semana se va a activar en las trece unidades de barrio de la ciudad un sistema de botón de alarma, conectado a cámaras de grabación, para garantizar la seguridad del personal municipal de Servicios Sociales que allí trabaja. Es una de las medidas que está implementando el Ayuntamiento de Pamplona para mejorar la salud laboral de sus trabajadores y trabajadoras y para garantizar un servicio de mejor calidad a la ciudadanía. Además de en las unidades de barrio, este mismo sistema se implantará también en el EAIA (Equipo de Atención a la Infancia en Dificultad Social) y el SMAM (Servicio Municipal de Atención a las Mujeres).
Las unidades de barrio y varios servicios sociales municipales ya contaban con el denominado botón de emergencia, a modo de alerta ante posibles incidencias. Con el nuevo sistema, al pulsarse el botón se activa la visualización de imágenes y también el sonido de lo que esté sucediendo para que pueda ser visto desde Policía Municipal. El coste de las cámaras para reforzar el sistema de seguridad ha ascendido a 15.000 euros, IVA no incluido.
Una de las medidas de seguridad puesta ya en marcha es el refuerzo presencial de Policía Municipal en los propios servicios sociales para disuadir de posibles comportamientos incívicos y/o agresivos. También se está trabajando en la coordinación con Policía Comunitaria y con seguridad privada para mejorar la organización y presencia de estas figuras en los servicios, más allá de los casos de atención más complejos o de más riesgo.
El concejal delegado de Acción Social, Txema Mauleón Echeverría, ha enmarcado estas iniciativas en un programa más amplio de prevención, formación y reflexión sobre la situación actual de los servicios sociales municipales y del personal que los atiende. Ese plan, además de medidas concretas, recoge la elaboración de protocolos de actuación, el refuerzo de las buenas prácticas de atención o el análisis de la figura del acompañamiento social.
Evaluación de riesgos, formación y protocolos internos de seguridad
La formación es un elemento fundamental para saber manejar situaciones complejas, que puedan suponer una amenaza o riesgo para la seguridad del personal municipal que atiende los servicios sociales. El Ayuntamiento de Pamplona está realizando una evaluación de los riesgos psicosociales del trabajo en el área de Servicios Sociales para identificar síntomas, situaciones e incidencias y poder así elaborar un plan con las medidas de prevención necesarios para el buen desarrollo del trabajo y para la gestión personal de cada trabajador y trabajadora.
Ya está en marcha, como novedad implantada esta legislatura, una comisión de trabajo y valoración de las agresiones que tienen lugar en los servicios sociales municipales. Esa comisión la conforman representantes de Salud Laboral y personal del área de Acción Social con el cometido de analizar y evaluar las situaciones que se den en los diferentes servicios y programas.
Se está trabajando también en un protocolo de funcionamiento interno de los servicios del área de Acción Social, unido a un régimen sancionador, para establecer unas normas de trabajo y unos criterios de actuación. Asimismo, se está ultimando una campaña de sensibilización sobre la situación de las unidades de barrio y el personal municipal de los servicios sociales para dar a conocer su momento actual, el trabajo que llevan a cabo y las tensiones de su día a día que han derivado incluso en agresiones físicas.
Estudio sobre los acompañamientos en citas
El Ayuntamiento de Pamplona está impulsando realizar un estudio sobre los acompañamientos en citas en los servicios sociales municipales. Se recogerían, por ejemplo, entrevistas a una muestra de personas usuarias que han sido acompañadas a sus citas para poder recoger las causas por las que tienen esa necesidad, cómo han vivido la experiencia y cómo evalúan la función de esa figura, además de aprovechar para conocer aspectos de la atención en los servicios sociales.
El estudio se completaría con el análisis que realizarán dos grupos de discusión y reflexión conformados por profesionales de los servicios sociales municipales y por profesionales de entidades sociales vinculadas al acompañamiento, respectivamente. En el primero de ellos, se abordarían las necesidades y objetivos que debe cubrir la figura del acompañamiento y el papel que debe tener, así como referencias buenas y malas prácticas que se deben dar. En el segundo grupo, se hablaría sobre los motivos de las personas que acompañan y sobre el papel tanto del acompañamiento como del personal de servicios sociales que atiende, buscando referencias de buenas prácticas, por un lado, y malas praxis que hay que evitar, por otro.