La Archidiócesis de Valencia celebró ayer viernes la Jornada de la Vida Consagrada, con una misa en la Catedral -coincidiendo con la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor- que fue presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, a las 19 horas.
El delegado episcopal para la Vida Consagrada de la diócesis, Martín Gelabert, remitió una carta a "todos los consagrados y consagradas" en la que les animó a participar en esta jornada en la que se reza y agradece el don de la vida consagrada y en la que -como es tradición- se bendijeron las candelas que simbolizan la luz de Jesucristo. El lema de este año es "Aquí estoy Señor, hágase tu voluntad".
Participaron representantes de numerosos institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica de la archidiócesis, en un encuentro en el que los consagrados y consagradas renovaron sus compromisos religiosos y apostólicos.
En la actualidad, la diócesis de Valencia cuenta con cerca de 3.000 consagradas y consagrados, pertenecientes a diferentes modalidades de vida consagrada: contemplativa, vida apostólica, institutos seculares, vírgenes consagradas y también hay tres eremitas diocesanos.
En 1997, el papa san Juan Pablo II instituyó un día de oración para las mujeres y los hombres en la vida consagrada. Esta celebración está asociada con la fiesta de la Presentación del Señor, el 2 de febrero. Esta fiesta, tradicionalmente el día de la Candelaria, se celebra 40 días después de Navidad para recordar cuando María y José presentaron a Jesús en el templo.