El Arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent ha oficiado la misa en la Basílica para dirigir unas palabras a los afectados por la tragedia de la DANA: "a todos los que sufren, que sientan en nosotros una mano amiga, una mano de hermano que sabe compadecerse y estar atentos a sus necesidades. A las personas que en estos momentos se han quedado sin casa, que están sufriendo, queremos manifestarles solidaridad y cercanía de la Iglesia y en la medida de nuestras posibilidades, acompañarles y atenderles en sus necesidades".
El Arzobispo de Valencia ha enfatizado la magnitud de la tragedia, "me gustaría dirigir en estos momentos unas palabras a las víctimas, a sus familias, a los que han sufrido situaciones dramáticas. Muchos, gracias a Dios, han superado la situación, pero también hemos de pensar en todas estas personas que han pasado la noche angustiadas en situaciones dramáticas, atrapadas muchas veces por el agua y sin poder llegar a su casa. A ellos, a sus familias que tanto han sufrido esta noche también, los tenemos presentes en nuestra oración por los difuntos. Oramos por ellos y también por todas las personas que se han visto afectadas en este momento. Los cristianos nos sentimos miembros de la familia humana, y también la Iglesia tiene que vivir como una familia".
Mons. Benavent también ha señalado que "una palabra a todos los cristianos: Los más afectados son los que más cerca debemos tener. Los que más sufren son los que más cerca están en el corazón de una madre. Por eso os invito a todos a orar ante la Santísima Virgen María. En primer lugar, por los que han perdido la vida en esta gran tragedia. Así manifestaremos también que somos hijos de la Virgen de los Desamparados. Los desamparados de nuestra sociedad son precisamente estas personas que en estos momentos más necesitan de cercanía, de afecto, de solidaridad, que ellos estén en el centro de nuestro corazón".
Arzobispado en coordinación con las vicarías territoriales
Desde primera hora de la mañana se ha vuelto a poner en marcha la coordinación de las vicarías episcopales de las zonas afectadas, ya que muchas parroquias que estaba previsto que abrieran instalaciones tanto desde las mismas como desde las Cáritas parroquiales y ayudar a las víctimas y familias, también se han visto afectadas, inundadas, aisladas y sin comunicación. A esta hora muchas de ellas siguen anegadas si bien a través de los operativos del arciprestazgo se sigue contactando para ayudar a afectados y familias. La Archidiócesis de Valencia cuenta además en la coordinación con Cáritas diocesana. El Arzobispado se mantiene en comunicación directa con vicarías episcopales, arciprestazgos y Cáritas para seguir pendientes de las necesidades de los afectados por esta tragedia.