Cientos de jóvenes continúan ayudando en las labores de recuperación de las zonas afectadas por las inundaciones que afectaron a numerosas localidades de la diócesis durante la DANA del pasado 29 de octubre.
Paiporta fue el punto de encuentro para dos realidades solidarias, que en un sólo día reunió a más de 500 personas en torno a la parroquia de San Jorge, tal y como señala el sacerdote Gustavo Riveiro.
Por un lado, más de 230 jóvenes, acompañados por sacerdotes, procedentes de Madrid y Barcelona, organizaron una jornada de trabajo en la parroquia de San Jorge de Paiporta, para la recuperación del mobiliario del templo.
"Los voluntarios trajeron todo el material necesario para lijar, reparar y barnizar los bancos y la sillería del templo", señala Gustavo Riveiro. Desde primera hora de la mañana "los jóvenes sacaron los bancos a la plaza de la iglesia para iniciar los trabajos, mientras que en el interior, se repararon las sillas del coro y algunos altares laterales de madera. Una labor inmensa que ha supuesto un gran paso para la recuperación del templo", añade.
La parroquia acogió a los voluntarios con agradecimiento y les ofreció desayuno y comida elaborada por los propios feligreses, durante la jornada de trabajo.
De otro lado, más de 20 religiosas Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, pertenecientes a conventos del Instituto del Verbo Encarnado de toda España, organizaron una jornada de misión por las calles de la localidad, acompañados por familias también procedentes de diferentes puntos de la península.
Las religiosas, jóvenes y familias, distribuidos en grupos junto a fieles de las parroquias de San Jorge y la Inmaculada de Paiporta, recorrieron las casas del pueblo, ofreciendo ayuda y repartiendo imágenes del niño Jesús elaboradas artesanalmente, "para llevar durante las fiesta de la Navidad, alegría y esperanza a las familias que fueron afectadas por la DANA", señalan las religiosas.
La misión se inició a las 8 horas con la exposición del Santísimo y la celebración de una eucaristía y, por la tarde, al terminar el recorrido por las calles, tuvo lugar un concierto a cargo de la Coral Virgen de Rodanas de Épila y la Coral Municipal de Sobradiel, de Aragón.