El Hospital General de València es el primer hospital público de la Comunitat Valenciana que cuenta con un robot ortopédico para cirugía protésica de cadera y de rodilla que incorpora una planificación basada en un estudio previo de TAC tridimensional.
Además, es uno de los cinco centros en el ámbito nacional que cuenta también con la disponibilidad del software para la implantación de prótesis parciales de rodilla.
Tal y como ha explicado el jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Lorenzo Hernández, "este robot se diferencia de otros porque su tecnología aporta una planificación previa en tres dimensiones de la anatomía del miembro inferior, no se basa en un solo plano como los estudios radiográficos clásicos".
De este modo, el estudio digital preoperatorio permite evaluar la prótesis en movimiento sobre la imagen digital detectando cualquier problema o choque durante su funcionamiento, así como cualquier variación anatómica presente en cada caso.
"Tiene en cuenta la angulación anatómica y mecánica existente entre la cadera, la rodilla y el tobillo del miembro inferior permitiendo, de esta manera, una precisión milimétrica durante la cirugía para llevar a cabo una implantación de la prótesis exacta, consiguiendo una alineación funcional para la mejoría clínica y de calidad de vida a largo plazo", ha añadido Hernández.
De este modo, el cirujano tiene un control total sobre la posición final de la prótesis, sobre la angulación de sus componentes y, además, teniendo en cuenta la laxitud de los ligamentos de la rodilla, lo que le permite conseguir una prótesis perfectamente balanceada en todas las dimensiones.
Sincronización y precisión
Como la cirugía se planifica de acuerdo con un estudio muy preciso de la articulación, permite localizar el lugar exacto para realizar una mejor implantación y seleccionar las tallas protésicas que mejor se adaptan a la anatomía de cada paciente.
Antes de la cirugía, al paciente se le aplican unos sensores que captan su anatomía y que se sincronizan con el robot, detectando el posicionamiento de los componentes femoral y tibial en todo el rango del movimiento, aportando información en tres dimensiones de manera dinámica durante la cirugía.
Como el robot ya está sincronizado con la anatomía del paciente, el cirujano introduce manualmente el brazo robótico y, al llegar a la rodilla, ya se pone en la posición adecuada. El robot impide errores, evita que el cirujano dañe partes blandas cercanas y evita variaciones en la posición protésica que se han predeterminado. Si se da una orden que no es adecuada respecto a la planificación prequirúrgica, el brazo robótico impedirá su ejecución.
"Podemos adaptar los cortes óseos según la laxitud de los ligamentos de la rodilla, el grado de flexión de la misma o las desviaciones anatómicas varo-valgo que presente cada paciente, eligiendo el perfecto posicionamiento de los componentes para asegurar una prótesis bien balanceada, que proporcione una correcta estabilidad con un amplio rango de movimiento y adecuada a la anatomía del paciente", ha resaltado Hernández.
El robot también cuenta con 'tecnología háptica' que, al simular respuestas táctiles, ayuda a preservar más hueso, proteger las partes blandas y evita producir daño no intencionado.
100 cirugías robóticas de cadera
La Unidad de Cadera del Hospital General ya ha llevado a cabo unas 100 intervenciones de cadera con cirugía robótica, desde que implantó el robot quirúrgico en octubre de 2023.
La utilización del brazo robótico en cirugía ortopédica permite un postoperatorio más rápido y confortable, reduce el dolor y el tiempo de ingreso. Además, disminuye la tasa de revisión del implante, riesgos de complicaciones o fallos precoces, o incluso la tasa de aflojamiento a largo plazo.
El beneficio que esta plataforma robótica tiene para los pacientes se ha ampliado para realizar también intervenciones de rodilla, instalando el software correspondiente y adaptando el programa para este cometido.