Un grupo de militares de la Brigada "Guzmán el Bueno" X auxilió, el 11 de julio, en las inmediaciones de la Base "Cerro Muriano", en Córdoba, a los ocupantes de un vehículo que se encontraba envuelto en llamas.
A las 18.00 horas, el sargento 1º Romero y parte del personal que compone su unidad, los cabos Torres, Alba, Díaz y Briega, circulaban por la carretera CV-45 en dirección Córdoba cuando percibieron una columna de humo que procedía de un vehículo que empezaba a arder. Al detenerse, a una distancia prudencial, el coche incendiado explosionó, lo que aumentó las llamas y el humo.
El sargento 1º Romero indicó a parte de su personal que controlara el tráfico, y al resto que, en la medida de lo posible, asistieran a los ocupantes del coche incendiado. Se trataba de una pareja de avanzada edad que, tras el calentamiento de éste, salieron del mismo en previsión de que ardiera, como lamentablemente sucedió. Los militares los acompañaron, ofreciéndoles el agua del que disponían, hasta la llegada de los servicios de socorro.
El sargento 1º Romero alertó al 112 de la situación a la vez que informó a su cadena de mando por si hubiera que activar algún tipo de protocolo contra incendios, ya que se encontraban a escasos metros del perímetro de la base de "Cerro Muriano". La preocupación era que las llamas avanzaran originando un incendio forestal, ya que en las inmediaciones abundan pinos, encinas y matorral denso.
El sargento 1º y el cabo Briega se ocuparon de que el fuego no se propagara, llegando incluso a apagar, con sus propios pies, un pequeño conato producido, quizás, por las explosiones esporádicas que se sucedían o tal vez por el combustible derramado en el pavimento.
Cuando llegaron a la zona los medios de extinción de incendios de la Junta de Andalucía y dos patrullas de la Guardia Civil, el sargento 1º Romero les informó de lo acontecido y les ofreció la disponibilidad de los militares. Al no ser ya necesaria su presencia continuaron con su trayecto.