La clásica bocina que anuncia helados artesanos se ha podido oír esta mañana por los pasillos del Hospital Universitario Reina Sofia, concretamente por las estancias pediátricas. Una vez más, Daniele, su mujer Magdalena y su hijo Sergio han repartido ilusión y sonrisas, además de uno de los productos estrella del verano. Chocolate, oreo, kínder y nata han sido los sabores más demandados por usuarios y personal del complejo sanitario.
Buonisssimo es el negocio que regenta este heladero italiano afincado en Córdoba, que pasa por el hospital cada año a mediados de agosto para animar a menores, padres, madres y profesionales. Han recorrido la Unidad de Tratamiento Ambulatorio (UTA), las plantas de hospitalización y Urgencias, fundamentalmente. Esta visita forma parte de la programación de la Unidad de Actividades Motivacionales del hospital que, tanto en verano como el resto de año, trata de hacer más amena la estancia de niños y niñas.
Magdalena Sepúlveda asegura que "repartir helados supone una experiencia muy gratificante para nosotros, ver cómo alegras el día a las personas ofreciendo algo tan sencillo como un helado, que elaboramos con todo el cariño del mundo, es algo muy especial. Nos llevamos el corazón lleno por haber contribuido a que la mañana sea algo diferente".
Además, la heladera reconoce que "preparamos la visita con ilusión y en cada ocasión tratamos de romper la monotonía". Esta vez, han venido acompañados de su hijo por primera vez, ya que "queremos que él también vea la importancia de colaborar y hacer cosas buenas por los demás". En cada visita al hospital "contamos con la ayuda de Ana Calvo, responsable de Actividades Motivacionales, que nos informa del número de pacientes pediátricos hospitalizados y en tratamiento ambulatorio, así como de las posibles restricciones alimentarias que puedan tener".
El hospital agradece su implicación y generosidad a todas las empresas y colectivos de Córdoba que regalan su tiempo y sus servicios en beneficio de la sociedad, especialmente de quienes pasan periodos en el complejo sanitario. Este tipo de actividades ayudan a que niños, niñas y familias vivan con más alegría los periodos de hospitalización.