El delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Córdoba, Rafael Martínez, expuso durante el Acto Académico Conmemorativo de la festividad de San Francisco de Asís en la provincia las líneas estratégicas para una gestión forestal sostenible. Lo hizo la semana pasada en una ponencia en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba, donde habló sobre el presente y el futuro de la provincia en esta materia.
Rafael Martínez, durante la intervención, describió los instrumentos con los que la Delegación de Córdoba gestiona la superficie forestal en la provincia, entre ellos, los planes de ordenación de montes, los planes técnicos de caza, así como los planes de prevención de incendios. Además, explicó los planes de aprovechamientos anuales, los trabajos selvícolas preventivos, el Red Vía, el PGI o plan de gestión integral de la Sierra Occidental de Córdoba y Alcornocosas, además de explicar las actuaciones del Equipo de Equilibrios Biológicos
Asimismo, Martínez subrayó la importancia de la gestión forestal sostenible como uno de los pilares fundamentales para la conservación de los montes en Andalucía. En este contexto, la Junta de Andalucía está trabajando en la tramitación de la futura Ley de Montes, una normativa clave que marcará el rumbo hacia un uso responsable de los recursos naturales y la preservación de los ecosistemas forestales.
"La actualización de esta ley responde a la necesidad de adaptar la legislación a los nuevos desafíos ambientales y económicos a los que está haciendo frente Andalucía, asegurando al mismo tiempo la viabilidad de los sectores productivos asociados a los montes", señaló.
La superficie forestal en Andalucía, según indicó, ha experimentado un incremento del 1% entre 2016 y 2020, según datos del Sistema de Información sobre Ocupación del Suelo en España (SIOSE). Este aumento, que representa más de 40.000 hectáreas, refleja un avance en la recuperación de los espacios naturales. "Sin embargo, este crecimiento debe gestionarse de manera adecuada para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. La futura Ley de Montes será una herramienta esencial para lograrlo", agregó.
Martínez destacó que los recursos forestales como la madera, el corcho, la piña y la caza han adquirido mayor valor en los últimos cinco años, lo que ha generado una oportunidad para impulsar una gestión forestal más activa y profesionalizada. Esto se ha convertido en un mayor interés por parte de los agentes involucrados en la ordenación de los montes y la necesidad de un marco normativo actualizado que favorezca dicha gestión.
Beneficios de la futura Ley de Montes
Tal y como expuso el delegado territorial, la próxima Ley de Montes incluye medidas específicas para la simplificación administrativa, facilitando los procedimientos necesarios para la gestión forestal sin comprometer los valores ambientales que se deben proteger. "Esta modernización de la normativa permitirá abordar con mayor eficacia los problemas que afectan a los ecosistemas forestales andaluces, como los incendios, el decaimiento de los pinares o la seca de quercíneas", añadió.
Asimismo, el delegado territorial remarcó que el Gobierno de Andalucía ha revisado recientemente el Plan Forestal Andaluz, con el fin de ajustarlo a los retos actuales. "Este plan está reforzando las estrategias de prevención y respuesta ante riesgos forestales, mejorando las capacidades de los profesionales del sector y fomentando una gestión integral y sostenible de los montes", explicó.
En su ponencia, Martínez hizo hincapié en la importancia de los profesionales del sector forestal, muchos de ellos formados en la Escuela de Ingenieros de Montes de Córdoba, quienes tendrán un papel crucial en la aplicación de la futura ley y en la gestión de los montes andaluces. "Esta nueva generación de técnicos forestales está preparada para enfrentar los desafíos que se avecinan, aportando soluciones innovadoras y sostenibles", trasladó a los graduados que recibían las certificaciones académicas del curso 2023-2024.
Los trabajos selvícolas, la gestión cinegética y la ordenación de montes son actividades que se verán reforzadas gracias a los avances legislativos y la actualización de las políticas forestales. Y es que, según dijo, el objetivo es mantener el equilibrio entre la explotación de los recursos naturales y la conservación de la biodiversidad, asegurando que las próximas generaciones futuras puedan disfrutar de un entorno natural protegido y saludable.