En un contexto multinacional sin precedentes, el Ejército del Aire y del Espacio participará en el Arctic Defender, un ejercicio que se llevará a cabo en Alaska desde hoy hasta el 17 de julio, junto a la Luftwaffe alemana, L'armée de l'Air et de l'Espace de Francia, el Cuerpo de Marines de Estados Unidos y la United States Air Force. Este despliegue, en la base aérea de Eielson (Alaska), que forma parte del marco Pacific Skies 24, involucra a los Eurofighter españoles en combates simulados con armamento real, en un entorno de 300 000 kilómetros cuadrados. Un ejercicio que pretende entrenar a los pilotos en situaciones de combate altamente realistas, fortaleciendo su capacidad para enfrentar cualquier amenaza potencial en los escenarios más desafiantes y remotos, llegando a enfrentar más de setenta aeronaves al mismo tiempo. Amenazas que implican confrontar y cooperar a nuestros cazas de cuarta generación con aviones de combate de quinta, como F-35 y F-22. Estas aeronaves aliadas replicarán posibles amenazas a las que nuestros pilotos podrían hacer frente en un hipotético escenario, llevando al límite el adiestramiento de sus capacidades.
Durante la primera jornada se producirán los llamados 'Fam Flights', vuelos en los que los aviadores participantes se habituarán al espacio aéreo de Alaska. A este inicio le seguirán ocho exigentes jornadas en las que los Eurofighter españoles lanzarán un total de 24 GBU-16, bombas de guiado láser de 500 kg. El Ejército del Aire y del Espacio será el encargado de liderar el planeamiento y ejecución durante dos días completos, ejerciendo de Mission Commander. Además, durante otras dos jornadas será quien lidere el combate aire-aire (misiones de Offensive Counter Air) y actuará, durante otra jornada completa, de líder como coordinador de las misiones de aire-suelo (Air Interdiction). El objetivo de estas prácticas es adiestrar al personal en el lanzamiento de armamento en un ambiente totalmente novedoso, así como practicar toda la secuencia de armado, apoyo y mantenimiento para el personal de apoyo en tierra.
El ejercicio Arctic Defender es la oportunidad perfecta para que las fuerzas aéreas de las naciones implicadas mejoren su interoperabilidad y visión sobre cómo operar en escenarios complejos. También para intercambiar experiencias y armonizar los procedimientos en el mantenimiento compartido con la Luftwaffe.
En total, ochenta horas de vuelo, distribuidas en cuarenta salidas que demostrarán, una vez más, que el Ejército del Aire y del Espacio es capaz de afrontar cualquier misión compleja con garantías y de integrar capacidades tecnológicamente avanzadas e interoperables con varios países aliados.
El Arctic Defender y el Pacific Skies 24 muestran el compromiso constante del Ejército del Aire y del Espacio con la formación rigurosa y el respeto a los valores más altos de servicio y honor, consolidando su posición como una fuerza aeroespacial de referencia mundial.