Ayer tuvo lugar el Relevo Solemne en el Palacio Real de Madrid entre unidades de la Guardia Real y del Ejército del Aire y del Espacio, ante la presencia de nuestro jefe de Estado Mayor, general del aire Francisco Braco Carbó.
Durante la ceremonia, el Patio de la Armería se encontraba colmado de asistentes, entre los que se contaban numerosos ciudadanos, así como autoridades e invitados. La afluencia de público se extendió también a la escalinata de la catedral de la Almudena y a los alrededores del palacio, donde multitud de personas siguieron con atención el desarrollo del acto.
Esta ocasión puede considerarse histórica, ya que es la primera vez que el Ejército del Aire y del Espacio participa en el relevo. Además, como muestra de la excelente integración con el personal de la Guardia Real, el teniente coronel Juan Colmenarejo Ruiz, lideró el relevo y, montado en un caballo pura raza español, encabezó la parada militar.
La secuencia arrancó las ovaciones de los espectadores con la exhibición de movimientos de la Unidad de Música de la Guarda Real, así como de la Sección de Movimientos Floreados del Grupo de Honores, para finalizar con el relevo propiamente dicho.
Tras la ejecución de todo el desarrollo del relevo, quedó demostrado que nuestros aviadores no solo destacan por su habilidad a pie o pilotando aeronaves, sino que, desde este momento, también lo hacen a lomos de la caballería real.
La Guardia Real retomó el Relevo Solemne, tal y como lo conocemos hoy en día, en el año 1994, con el objetivo de recuperar las tradiciones de las tropas reales y acercar a los ciudadanos a un capítulo poco conocido de la historia.
Este relevo, que se celebra una vez al mes, rememora el que se realizaba diariamente en tiempos del rey Alfonso XII. Durante el acto, la Guardia Real pone de manifiesto una de sus misiones, aún vigente en la actualidad, la protección de las instalaciones donde residen o desarrollan sus funciones los miembros de la Familia Real.