La soldadura láser es una de las soluciones más habituales dentro de la soldadura industrial. Este sistema de soldadura láser lleva funcionado desde los años 80 y se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo. En un principio los gastos necesarios para ejecutar este tipo de soldadura eran elevados, pero se fue perfeccionando con el tiempo hasta que se ha podido ejecutar de forma sencilla sin suponer excesivos gastos.
¿Cómo funciona la soldadura láser?
La soldadura láser es un tipo de unión térmica que es capaz de unir diferentes tipos de materiales, principalmente metales y plásticos. Para llevar a cabo dicha unión, este tipo de soldadura se sirve de la precisión que tiene el láser con lo que consigue una penetración mucho más profunda y de precisa a la hora de actuar de forma localizada.
Para llevar a cabo este tipo de soldadura se debe de enfocar el haz del láser con la superficie deseada. Gracias a la potencia con la que cuenta los materiales se van a ir vaporizando mientras el rayo los atraviesa logrando que se unan todos los elementos involucrados.
De forma general, casi siempre que se lleva a cabo este tipo de soldadura láser no se utiliza ningún otro material, por ejemplo, el estaño. En este tipo de soldadura el proceso únicamente se lleva a cabo gracias al calentamiento y dilución de los materiales lo cual es una ventaja al facilitarse el proceso.
¿Qué ventajas tiene la soldadura láser en la industria?
La soldadura láser cuenta con una gran cantidad de ventajas que la convierten en un tipo de soldadura muy importante en la industria.
Para empezar, la soldadura láser ofrece resultados de gran calidad. Se trata de una soldadura que ofrece unos acabados muy buenos en comparación a cualquier otro tipo de tecnología. Esto se debe a que se puede focalizar mucho mejor la energía y, por lo tanto, resulta mucho más precisa en su aplicación logrando que la aportación térmica a otras zonas del material sea nula.
La soldadura láser también es bastante versátil. Esta es otra de las grandes ventajas con las que cuenta, ya que podemos utilizarla en una gran cantidad de materiales como es el carbono, el acero, aluminio, oro, plata… y así una gran cantidad de materiales diferentes.
Además de ser un tipo de soldadura de calidad y versátil, también es un tipo de soldadura que se aplica de forma rápida. En cuestión pocos minutos se pueden llevar a cabo una gran cantidad de soldaduras.
Finalmente, al final se acaba tratando de un tipo de soldadura de lo más económico. La principal razón que sirve para explicar esto es que, como el trabajo que lleva a cabo es tan bueno, no se precisan de costes adicionales post soldadura para perfeccionar el trabajo que se ha realizado.
Con este tipo de soldadura no tendrás que preparar ni proteger el entorno de trabajo ya que, además de tratarse de un proceso rápido, la precisión es absoluta por lo que la convierten en una soldadura de lo más segura.