En el año 1966 nació en Bilbao una de las organizaciones de servicio público más respetadas en España. DYA son las siglas de Detente Y Ayuda, un colectivo que se originó como un grupo de voluntarios que hacían rondas por las carreteras vascas para prestar auxilio a los conductores que tenían algún problema de circulación o sufrían algún accidente.
Pronto esta asociación comenzó a tener más respaldo ciudadano y por parte de empresas y administraciones, y llegó a otros puntos de la geografía nacional. Desde Vizcaya saltó a Guipúzcoa, y desde ahí hasta Navarra, Zaragoza, Cantabria, Alicante, Girona, Extremadura o Málaga, entre otros territorios. En la provincia andaluza llevan instalados desde el año 1995 y cuentan con más de un centenar de voluntarios y socios.
Por otra parte, lejos de quedarse aquí, esta entidad está también presente en las islas filipinas de Negros y Panay.
¿Cuál es la labor de DYA?
Hoy en día, esta asociación presta auxilio en emergencias médicas, ayuda social, transporte adaptado, servicios preventivos, formación y capacitación sanitaria, creación especial de empleo, ayuda internacional en desastres, asistencia psicológica y teleasistencia y geriatría.
Operativo de seguridad con motivo de un acto de la Semana Grande de San Sebastián
De algún modo, se puede decir que su labor va más allá de la que presta Protección Civil, aunque ambas entidades son compatibles en muchos de sus servicios. DYA también se ha caracterizado a lo largo de su trayectoria por la organización de cursos y programas de educación vial. Tiene siempre en el foco a las personas vulnerables, y por ello presta servicios de traslados para ancianos y discapacitados.
A su vez, cabe destacar el trabajo psicológico que realiza con víctimas de accidentes de tráfico y sus familiares. De este modo, pese a ser una entidad que ha crecido en sus más de 50 años e trayectoria, no abandona sus orígenes vinculados al tráfico y la carretera.
Una destacada labor internacional
En el año 1996 se creó la primera delegación internacional de DYA. El lugar escogido fue la isla de Negros, en Filipinas. La iniciativa corrió a cargo de dos religiosos de la Orden Misionera de los Agustinos Recoletos.
Unos años más tarde, en el 2000, esta expansión llega a la cercana isla de Panay. A su vez, desde España se envían ambulancias a África para seguir prestando servicio sanitario y de auxilio. La labor internacional de DYA ha tenido importantes momentos señalados en la historia, como el terremoto de 2005 en Pakistán o un año antes un evento similar en Irán, el día 26 de diciembre.
Ambulancias de la DYA estacionadas en Guecho (Vizcaya)
En el sudeste asiático, Sumatra también fue testigo de la ayuda humanitaria de esta asociación, tras el tsunami de 2004. El terremoto en la isla de Java en 2006 o el ocurrido en Pisco (Perú) en 2007 son otros ejemplos de la labor de esta asociación.
Crecer para seguir ayudando
La trayectoria de DYA muestra cómo una asociación que usaba sus propios medios y conocimientos para prestar auxilio en carretera ha ido avanzando en tareas cada vez más complejas de apoyo y rescate.
Hoy en día es una asociación que realiza la gestión de dispositivos de riesgo previsible, participa en emergencias extrahospitalarias y cuenta con la simbiosis absoluta de los Centros Coordinadores de cada territorio.
Esto significa, al igual que ocurre con Protección Civil, que cada evento en el que participa DYA, está bien planificado, siempre hay una coordinación absoluta con los servicios sanitarios y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
En la actualidad esta organización supera los 250.000 traslados y atenciones anuales mediante servicios que abarcan todos los campos ya citados. Sin esta labor, que sigue siendo de carácter voluntario, sería necesario otro cuerpo para realizar sus funciones o bien reforzar en masa los servicios sanitarios y de atención en eventos públicos.
Una trayectoria amplia y justamente premiada
La DYA es una organización sin ánimo de lucro que se mantiene gracias al apoyo y el respaldo ciudadano. La delegación de Guipúzcoa, por poner un ejemplo, recibe donaciones de más de 35.000 familias y empresas de la provincia. En otros territorios ocurre algo similar. Esta financiación se ve respaldada por los convenios con las administraciones públicas.
En estos más de 50 años de servicio público, en los cuales ha ido creciendo y asentándose en el territorio, la DYA ha sido galardonada con numerosos premios y reconocimientos. El primero llegó en el año 1972, cuando fue merecedora de la Orden Civil de Beneficiencia.
Estos reconocimientos se han ido produciendo prácticamente cada año, y en numerosos territorios. Incluso han llegado desde instancias internacionales, como el 2º Premio Europeo de Seguridad Vial en el año 2007.
La DYA continúa creciendo a medida que pasa el tiempo. Su labor de auxilio y servicio público alcanza prácticamente todos los escenarios posibles. Esta asociación es un ejemplo de entrega hacia los demás, de solidaridad bien entendida, ayudar a los demás cuando lo necesitan, y sin pedir nada a cambio.