Las ferias son escaparates muy importantes para las empresas, que centran muchos esfuerzos económicos y humanos para obtener el máximo beneficio en este tipo de acontecimientos. Aquí están clientes potenciales y merece la pena buscar una estrategia innovadora y efectiva. La forma cómo se muestra el producto al exterior es muy importante en este tipo de acontecimientos y por ello los mostradores publicitarios se presentan como un formato muy óptimo para optimizar los recursos y conseguir así un rendimiento alto en la visita.
Los beneficios de este tipo de publicidad residen tanto en la comodidad que encuentran los operarios en las labores de transporte y montaje, como en el efecto que genera sobre el público. Estos artículos están preparados en cuestión de minutos, listos para ser mostrados, por lo que la empresa apenas tiene que invertir tiempo y este aspecto es crucial en ferias, ya que permite dedicar más tiempo a otros aspectos igualmente importantes.
A diferencia de otros elementos publicitarios para eventos, los mostradores son muy fáciles de transportar. Ocupan poco espacio y apenas pesan, lo que facilita su movilidad y requiere de pocas personas para su manejo. Al igual que con la cuestión temporal, aquí se pueden destinar más operarios a realizar otras funciones. Son elementos que ofrecen una gran versatilidad, ya que pueden ser utilizados en muchas ocasiones. Es, por lo tanto, una óptima inversión económica; con un gasto relativamente bajo se puede conseguir un sistema que es válido para numerosos eventos y durante un tiempo prolongado.
Mayor visibilidad que se traduce en ventas
Respecto a su efecto sobre el público, es evidente que los mostradores publicitarios aumentan la visibilidad de cualquier negocio en una feria. Con un diseño original y llamativo, es bastante sencillo destacar y atraer la atención hacia los productos o servicios que la compañía quiere mostrar al mundo. Contar con este formato, además, facilita la presentación ordenada y organizada de aquello que se está vendiendo. Esto te permite dirigir la atención hacia lo que realmente importa para atraer a nuevos clientes.
Otro de los puntos que se mejoran con el uso de mostradores publicitarios en una feria es el refuerzo de la imagen de marca. Estos grandes paneles permiten mostrar imágenes, mensajes y eslóganes de manera atractiva, un estilo que suele dejar una impresión duradera en la mente de los potenciales clientes. La empresa tiene libertad para imprimir lo que considere y puede buscar así un estilo llamativo que se enmarque dentro de su imagen corporativa.
Otra ventaja significativa de los mostradores publicitarios es su capacidad para aumentar las ventas. Un diseño cuidado hace que el mensaje resulte más atractivo, de manera que se capta la atención de los visitantes con una mayor incidencia. El resultado más directo no es otro que la conversión a posibles clientes, especialmente en un contexto donde la mayoría de personas y empresas se mueven en el mismo sector y están allí por motivos profesionales. Con estos beneficios, no es casualidad que cada vez más empresas opten por mostradores publicitarios en sus estrategias de ferias.