Te mostramos las 5 mejores fábricas de chocolate en España

Es común escuchar que el mejor chocolate se hace en Suiza, pero la realidad es que España cuenta con artesanos de nivel internacional.

De hecho, una de las fábricas de chocolates más antiguas del mundo se encuentra en nuestro país y lleva más de quinientos años de producción ininterrumpida, lo que constituye todo un hito y un motivo de orgullo nacional.

A continuación, te presentamos las cinco empresas que hacen el mejor chocolate de España.

En el pueblo de Jábaga, a solo 12 kilómetros de Cuenca, en el 2012, se levantó esta impresionante fábrica que cuenta con 3000 metros de planta e impactantes muros de piedra.

Allí, usando cacao criollo, se fabrica un exquisito chocolate gourmet que incluye opciones como chocolate negro puro; chocolate negro con relleno de praliné macerado con café, canela, limón, naranja y anís estrellado; y chocolate blanco con sabor a lima.

La abadía de Jábaga también apuesta a la innovación, como demostró al lanzar los bombones "Quesicos de La Mancha", rellenos de queso manchego, miel de romero y vino; y el chocolate con almendras tostadas y un toque de sal.

La empresa además ofrece visitas guiadas de 45 minutos a su museo.

En 1836, la familia Brescó-Escolà abrió su fábrica en la ciudad de Benabarre. En la actualidad, la empresa sigue en funcionamiento, ofreciendo desde su tradicional chocolate a la piedra hecho a mano a productos más refinados que apuntan a un público especializado, como el chocolate con frutos del bosque.

Entre las especialidades más vendidas de la empresa se encuentra la bolsa de chocolate en polvo, los arándanos con chocolate negro, los pistachos con chocolate negro y la tableta de chocolate súper extra.

Actualmente se encuentra a cargo de la empresa el tataranieto del fundador de la marca.

En el pueblo de Alcorisa, una pastelera profesional llamada Isabel decidió crear su propio negocio para abrir nuevas fuentes laborales y aprovechar todo lo que había aprendido tras trabajar en las mejores chocolaterías de Europa.

Lo que distingue a la fábrica de la joven es que usa solo materias primas de temporada, sin alérgenos, conservantes, gluten, aditivos ni azúcar refinado para lograr un producto sano y natural, que no dañe el medio ambiente (la compañía además participa del proyecto "Plant for the planet", plantando un árbol por cada lote de chocolates vendido).

La empresa compra semillas a pequeñas cooperativas del sur y luego las somete a un proceso especial de tostado.

Isabel ofrece en su negocio tabletas de chocolates, crema para untar, bombones, chocolate para cocinar y turrones.

El obrador además organiza visitas guiadas una vez al mes para mostrar su trabajo, acompañado de un proceso de cata y degustación, muy apreciado por los turistas.

Desde 1770, en Agramunt, un pueblo situado en la rivera derecha del río Sió, Jolonch produce chocolates artesanales.

En la actualidad, la empresa sigue usando su método tradicional de elaboración, donde el cacao primero es tostado con leña de encina y luego molido a la piedra.

Hace una década, Chocolates Jolonch fue adquirida por Torrons Vicens, lo que permitió al fabricante artesanal ampliar de manera exponencial su capacidad de producción y llegar a nuevos públicos.

Hoy, la empresa ofrece desde su clásico chocolate a la piedra (que combina cacao, azúcar y harina de arroz) hasta opciones como chocolate con canela, chili picante o vainilla.

Esta compañía nació en el 2017 como una empresa familiar, con el objetivo de crear chocolates usando "una técnica artesanal que pretende potenciar al máximo el sabor del cacao".

Kaitko se especializa en la elaboración "Bean to bar" (del haba a la tableta), una técnica que obtiene chocolate de alta calidad seleccionando los mejores granos de diferentes países para conseguir sabores únicos.

Según los propietarios de la compañía, el chocolate "bean to bar" es más saludable que el industrial al usar un tostado más suave, que no quema el cacao.

Entre las opciones que ofrece la empresa se encuentra chocolate con un 75 % de cacao procedente de Perú; chocolate con un 75 % de cacao procedente de Tanzania; chocolate con un 75% de cacao procedente de Ecuador; chocolate con un 70% de cacao procedente de Filipinas; y chocolate con un 70% de cacao procedente de Madagascar.

Gracias a su trabajo, este año la marca vizcaína logró 7 medallas en los "International Chocolate Awards", el equivalente a los premios Oscar en el mundo del chocolate, un logro muy poco común que confirma la calidad de los artesanos españoles a nivel mundial.