La Comisión Europea ha publicado hoy su evaluación de impacto y su comunicación sobre los objetivos climáticos para 2040, junto con la Estrategia de Gestión del Carbono Industrial (ICMS), ambas cruciales para allanar el camino hacia la neutralidad climática en la Unión Europea. Lamentablemente, la Comisión ha rechazado la opción de alcanzar la neutralidad climática en 2040 y confía indebidamente en soluciones no contrastadas científicamente para abordar todas las emisiones industriales.
Con su evaluación de impacto de los objetivos climáticos para 2040, la Comisión Europea analizó las distintas vías de la UE hacia la neutralidad climática. En conjunto, la Comisión estudió tres opciones de reducción de emisiones, todas ellas entre el -75 % y el -95 %. WWF lamenta que la evaluación no haya examinado medidas proporcionales a la gravedad de la emergencia climática y, por tanto, la posibilidad de alcanzar la neutralidad climática en 2040. Ello sería coherente con el llamamiento del Secretario General de la ONU, António Guterres, para que las economías desarrolladas alcancen cero emisiones netas para esa fecha.
La evaluación de impacto es muy clara: para limitar el calentamiento global a 1,5 °C necesitamos alcanzar la neutralidad climática en 2050 a escala mundial. Teniendo en cuenta la responsabilidad de la UE en las emisiones históricas, sería más justo aspirar a cero emisiones netas para 2040.
"Es muy decepcionante ver que la Comisión Europea ni siquiera ha contemplado la posibilidad de alcanzar la neutralidad climática en 2040, y por lo tanto se aleja claramente del Acuerdo de París. Hemos visto en las recientes crisis sanitarias y de seguridad energética lo que los gobiernos pueden hacer cuando se lo proponen, y deberíamos tratar la emergencia climática como la amenaza existencial que es. La UE es en gran medida responsable de la situación actual, por lo que no puede apoyarse en otros para solucionarla", afirma Michael Sicaud-Clyet, responsable de políticas climáticas y energéticas de la Oficina Europea de Políticas de WWF.
La naturaleza es la mejor aliada del clima
Como parte del objetivo del 90 %, la Comisión también ha señalado cómo deben contribuir los sectores a los esfuerzos de reducción de las emisiones. Si nos fijamos en esta parte, queda claro que no se han previsto suficientes medidas en el ámbito del uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura (LULUCF, en sus siglas en inglés), especialmente mediante la restauración y protección de los ecosistemas naturales.
En su análisis, la Comisión Europea sólo tiene en cuenta alrededor de -300 MtCO2eq al año para LULUCF. Duplicando esta cifra, la UE casi alcanzaría la neutralidad climática en 2040. Un objetivo LULUCF más elevado podría y debería alcanzarse mediante una expansión drástica y muy rápida de la protección y restauración de la naturaleza, y cambios importantes en las prácticas agrícolas y forestales que sean beneficiosos para el clima y la biodiversidad. El análisis deja claro que todos los sectores, incluida la agricultura, tendrán que reducir sus emisiones de forma significativa, y que necesitamos un cambio importante hacia dietas más saludables con niveles más bajos de consumo de carne y lácteos.
"Restaurar y proteger la naturaleza va de la mano de la mitigación del cambio climático. Duplicando el objetivo LULUCF previsto por la Comisión y reduciendo las emisiones mucho más rápidamente, también en el sector agrícola, podríamos alcanzar la neutralidad climática en 2040, ayudar a revertir la crisis de biodiversidad y aumentar masivamente nuestra resiliencia ante inundaciones y sequías", declara Michael Sicaud-Clyet, responsable de políticas climáticas y energéticas de la Oficina Europea de WWF.
WWF también lamenta el hecho de que la Comisión Europea planee eliminar progresivamente sólo "los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que no abordan la pobreza energética o la transición justa"; todos los subsidios a los combustibles fósiles deberían eliminarse inmediatamente; y el marco político de transición justa reforzado al que se hace referencia, combinado con medidas adecuadas de política social, debería garantizar la equidad en toda la sociedad, incluso en lo que respecta a la pobreza energética y las oportunidades para los hogares con bajos ingresos.
La Estrategia de Gestión del Carbono Industrial: confiar en una tecnología que no ofrece ninguna garantía
La Comisión Europea también ha presentado hoy su esperada Estrategia de Gestión del Carbono Industrial, que describe cómo la UE pretende abordar las emisiones industriales mediante el aumento masivo de la captura y el almacenamiento de carbono (CCS, en sus siglas en inglés), y también cómo podrían impulsarse las tecnologías de eliminación de carbono, con el objetivo de capturar 280 millones de toneladas de carbono para 2040.
Pero la Comisión Europea ha perdido la oportunidad de presentar una hoja de ruta clara sobre cómo abordar las emisiones industriales. No especifica qué sectores industriales son "difíciles de abatir" y, por tanto, deben ser prioritarios para el uso de la CCS. La prioridad debe ser reducir las emisiones en origen y estudiar las soluciones alternativas disponibles para hacer frente a las emisiones industriales, y no confiar en futuras soluciones técnicas que a día de hoy no ofrecen ninguna garantía, o que podrían tener importantes repercusiones negativas en la naturaleza, incluidos los ecosistemas marinos.
"La Comisión Europea no reconoce que la captura y almacenamiento de carbono (CCS) sigue sin estar probada a gran escala y no es una solución milagrosa para hacer frente a las emisiones industriales de la UE. La CCS es una tecnología costosa, con enormes necesidades de infraestructura y serias dudas sobre la escala de disponibilidad del almacenamiento. Debería limitarse estrictamente a las emisiones de procesos industriales inevitables en sectores que no tienen alternativa de descarbonización total, como el sector del cemento", afirma Camille Maury, responsable de políticas de descarbonización de la industria en la Oficina Europea de Políticas de WWF.
Y lo que es más preocupante, la estrategia del MCI prevé que en 2050 siga habiendo captura y almacenamiento de carbono de las emisiones de combustibles fósiles en el sector eléctrico, un sector que cuenta con alternativas mucho más baratas y limpias y que debe descarbonizarse por completo mucho antes de esa fecha. La UE insistió mucho en ello en la COP28 de Dubai, cuando el Comisario Hoesktra declaró que "no podemos usar CCS para salir del problema". Esta última estrategia da marcha atrás en esa postura, y debería quedar mucho más claro que la CCS no puede utilizarse como excusa para seguir utilizando combustibles fósiles.