Tras el nombre de "Proposición de Ley relativa a la conservación del lobo en España y su cohabitación con la ganadería extensiva y la lucha contra el reto demográfico", la ley presentada por el Partido Popular pretende, en realidad, acabar con la protección legal del lobo para que pueda ser cazado y gestionado a tiros en la mayor parte de España. WWF pide a Junts per Cataluña, PNV y Coalición Canaria -que representan a comunidades donde el lobo está extinguido, es testimonial o nunca ha existido- que no voten a favor de este grave atentado a la conservación de la biodiversidad en nuestro país sin base científica alguna.
Pese a su nombre, la propuesta presentada por el Partido Popular pretende sacar al lobo del LESPRE y reducir su nivel de protección en la mayor parte de su área de presencia. El objetivo es permitir que vuelvan a ser cazados y puedan matarse lobos con facilidad. Todo esto sin ninguna participación pública, ni aval o apoyo científico que justifique esta medida.
Además, se amparan en excusas como una propuesta de la Comisión Europea que todavía no se ha aprobado oficialmente o en un supuesto crecimiento poblacional. Lo cierto es que no hay un censo riguroso de la especie a nivel nacional que lo justifique y tampoco ha alcanzado el Estado de Conservación favorable en ninguna región, tal y como exige la Directiva Hábitats. Pese a su inclusión en el LESPRE en 2021, las poblaciones ibéricas de lobo no han crecido de forma significativa en los últimos años y, de hecho, sufren importantes problemas genéticos de endogamia. La causa, su aislamiento y la fuerte reducción de sus poblaciones hasta la segunda mitad del siglo pasado.
Para WWF no se logrará garantizar la conservación del lobo rebajando su nivel de protección y permitiendo su muerte a tiros, sino aprobando planes de conservación que permitan desarrollar acciones específicas de conservación de la especie y, sobre todo, apoyando la coexistencia. Esto es lo que pretende la "Estrategia para la gestión y conservación del lobo y su convivencia con las actividades del medio rural" aprobada por el Gobierno central y las Comunidades Autónomas, dotada con más de 20 millones de euros anuales.
De hecho, apoyar la coexistencia implica pagos rápidos y justos de los daños y la aplicación de medidas preventivas, cuya eficacia ha sido demostrada científicamente, que pueden reducir los daños hasta en un 90 %. Entre ellas, cerramientos fijos o móviles, perros mastines y presencia de pastores con los rebaños. Esto se está haciendo con éxito, por ejemplo, en Castilla-La Mancha, Madrid, Cataluña o Aragón.
Otras comunidades autónomas siguen apostando por el control de lobos y la caza como principal y casi única herramienta de gestión. La ciencia ha demostrado que matar lobos, además de cruel e innecesario, no sirve de nada ya que no reduce los daños.
WWF recuerda que los conflictos con la ganadería ya existían antes de que el lobo fuese incluido en el LESPRE y se deben principalmente a la ausencia de planes adecuados para fomentar la coexistencia entre la especie y la ganadería en buena parte de las regiones de presencia de la especie.
Si realmente se quiere apoyar a la ganadería extensiva, algo primordial por el importante papel ecológico y social de esta actividad, WWF considera que, además de poner en marcha los planes de coexistencia, es necesario desarrollar una estrategia estatal y los correspondientes planes regionales. Sólo de esta manera se abordarían los verdaderos problemas del sector, que sufre una profunda crisis en todo el territorio, independientemente de la presencia de lobo. Entre las dificultades que atraviesa el sector, destacan el bajo precio de los productos, altos costes de explotación, poco reconocimiento social y comercial, falta de relevo generacional, cargas burocráticas y administrativas. Cataluña es una de las pocas regiones que ha aprobado su Plan Estratégico de la Ganadería Extensiva y esto es lo que deberían de hacer las demás administraciones para apoyar a este sector estratégico para la conservación de la biodiversidad.
Para Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF: "Esta propuesta de ley del Partido Popular no tiene base científica alguna, solo pretende satisfacer a los sectores más radicales de la caza y del mundo rural". Y ha añadido: "desproteger al lobo no va a contribuir a evitar el declive de la ganadería extensiva ni a mejorar el estado de conservación de la especie". Y concluye: "Es inaceptable que partidos políticos como Junts per Cataluña, PNV o Coalición Canaria apoyen esta ley cuando en sus comunidades autónomas la presencia del lobo es testimonial o inexistente".