La ministra de Sanidad, Mónica García, ha presentado este miércoles el "Informe sobre el nivel socioeconómico y los estilos de vida de la población infantil y adolescente en España", elaborado a partir del Estudio PASOS de la Gasol Foundation, donde ha señalado que "el nivel socioeconómico de las familias es uno de los factores determinantes de los estilos de vida de los niños y niñas y, en consecuencia, los estilos de vida de aquellos que viven en entornos más vulnerables están más deteriorados".
En el acto ha tenido lugar en Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y que ha contado con la participación la directora ejecutiva de la Gasol Foundation, Cristina Ribes; el investigador principal del estudio PASOS y director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation, Santi F. Gómez.
Mónica García ha remarcado así que "la obesidad infantil es un desafío multifacético que requiere un enfoque integral y coordinado" y que desde el Ministerio de Sanidad "estamos comprometidos a hacer nuestra parte e implementar políticas que promuevan un estilo de vida saludable desde la infancia".
Además, ha recordado que "sabemos que nuestros esfuerzos no serán suficientes si no abordamos las desigualdades socioeconómicas que subyacen a este problema" y por ello es importante la colaboración entre diferentes sectores y actores de manera holística, incluyendo al Gobierno en su conjunto, las organizaciones no gubernamentales, el sector privado y la sociedad civil en general.
Por ello, ha dicho que el estudio que este miércoles se ha presentado es una "auténtica brújula que guía la acción del Ministerio y empuja el Plan Estratégico Nacional contra la Obesidad Infantil".
También ha destacado la necesidad de abordar la obesidad infantil no solo desde la perspectiva sanitaria, sino de la salud integral de la población infantil, considerando aspectos económicos, educativos y comunitarios que afectan a los niños y sus familias.
En este sentido, la ministra ha afirmado que desde el Ministerio de Sanidad se van a impulsar actuaciones concretas, como seguir fortaleciendo el uso de los patios de los centros educativos por las tardes para fomentar hábitos saludables entre los niños, niñas y adolescentes. O la ampliación de la cobertura de salud bucodental, una medida contemplada en el Plan Nacional contra la Obesidad Infantil, que contribuirá a mejorar la salud general de la población infantil.
"La lucha contra la obesidad infantil es una prioridad absoluta para el Ministerio de Sanidad", ha resaltado, y por eso España forma parte de los Frontrunner Countries, un grupo de países líderes en la implementación de estrategias innovadoras contra la obesidad infantil.
Informe
El informe, elaborado con datos del estudio PASOS, ha analizado los hábitos de salud de 3.201 niños/as, de 8 a 16 años, de toda España, y presenta conclusiones especialmente preocupantes respecto a las familias que viven en situación de vulnerabilidad socioeconómica.
El Ministerio de Sanidad colabora con este informe a través de la Fundación CSAI.
El director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation e Investigador Principal del estudio PASOS, Santi F. Gómez, ha dicho que "es imprescindible y urgente tomar medidas estructurales y desplegar intervenciones comunitarias de promoción de hábitos de vida saludable que sean sensibles a las desigualdades socioeconómicas".
Entre otras medidas, es necesario impulsar las acciones recogidas en el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil, para que todos los niños y niñas, independientemente de su nivel socioeconómico, puedan crecer de forma saludable.
Los principales resultados del Informe son:
Actividad física: El nivel de estudios de las madres y padres o tutoras/es legales es la variable para la que se observan mayores diferencias en los minutos dedicados a la actividad física moderada o vigorosa por parte de los niños y niñas. Así, tener o no estudios universitarios representa 11,5 minutos de diferencia diarios, casi 70 horas menos al año en el caso de los niños/as cuyas madres, padres o tutoras/es legales no tienen este nivel de estudios.
La desigualdad se incrementa al combinar las tres variables de nivel socioeconómico —nivel de estudios, estatus laboral y renta media por persona/año—; y es que los niños y niñas con unas peores condiciones socioeconómicas dedican 23 minutos menos al día a la práctica de actividad física moderada o vigorosa, lo que supone más de 11 horas al mes y casi 140 horas al año menos (casi 6 días completos al año).
Uso de pantallas: También para el tiempo de uso de pantallas entre semana, la variable de nivel socioeconómico para la que se observan mayores diferencias es el nivel de estudios de las madres, padres o tutoras/es legales, alcanzando 50 minutos más al día entre los niños/as y adolescentes con progenitores sin estudios universitarios.
Combinando las tres variables, la población infantil y adolescente más expuesta a la vulnerabilidad socioeconómica estaría dedicando unos 16 días completos más en un año al uso de pantallas. A lo largo de su crecimiento, entre los 8 y los 16 años, serían alrededor de 4,2 meses completos más dedicados al uso de pantallas.
Alimentación: Al igual que con el sueño, la variable de nivel socioeconómico para la que se halla una mayor diferencia en el nivel de adherencia a la dieta mediterránea es el nivel de estudios de las madres, padres o tutoras/es legales; concretamente 0,84 puntos menos en una escala de 16 puntos.
Al mismo tiempo, los resultados indican que el porcentaje de población infantil y adolescente que presenta un nivel bajo de adherencia a la dieta mediterránea es un 11,5% mayor entre la población más expuesta a las desigualdades socioeconómicas; alcanzando ya a más de un 20% de esta población.
Sueño: El porcentaje de población infantil y adolescente que cumple con las recomendaciones de horas de sueño entre semana es casi un 10% menor entre los/las menores cuyas madres, padres o tutoras/es legales no tienen estudios universitarios.
Al combinar las tres variables de nivel socioeconómico se observa que más de un 63% de la población infantil y adolescente más favorecida cumple con las recomendaciones de sueño mientras que dicho porcentaje es un 14,7% menor para la población más vulnerable. Esta cifra es ligeramente inferior en el fin de semana (9,2%).
Malestar psicológico: El porcentaje de población infantil y adolescente que declara sentirse preocupado/a, triste o infeliz es alarmante, ya que supera el 30% en todos los casos; aunque de todas las variables analizadas es en la que se hallan menores diferencias según nivel socioeconómico.
Dicho porcentaje es un 2,4% mayor en la población expuesta a un menor nivel socioeconómico.
Estado de salud percibido: Teniendo en cuenta las 3 variables de nivel socioeconómico, el estado de salud percibido es 6,4 puntos mayor, en una escala del 0 al 100, entre la población más favorecida. En global, la población infantil y adolescente autopercibe su salud en 79,4 puntos, siendo un valor menor al deseado en población infantil y adolescente de 8 a 16 años.