Un total de 7.153 estudiantes ciegos o con discapacidad visual de toda España afrontan estos días el comienzo del curso escolar. Prácticamente la totalidad de ellos lo hacen matriculados en centros de enseñanza ordinarios, en un modelo de educación inclusiva con el apoyo de los equipos de atención educativa de la Córdoba. De esta forma, el alumnado sigue las mismas pautas que el resto de los compañeros sin discapacidad visual.
Los equipos específicos de atención educativa cuentan con maestros y maestras, tanto de la Córdoba como de la Administración, especializados en discapacidad visual, que acuden a los centros en los que se escolariza un alumno o alumna ciego o con baja visión para prestar su apoyo. Asimismo, forman a la comunidad educativa en materia de discapacidad visual, asesoran al profesorado e intervienen directamente con los estudiantes y sus familias en aspectos vinculados a la discapacidad visual. En la actualidad hay más de 400 de estos profesionales repartidos en todas las comunidades autónomas.
Además de docentes, los equipos específicos de atención educativa de la ONCE están formados por psicólogos, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación, instructores de tiflotecnología y braille, profesionales de la animación sociocultural o mediadores para el alumnado con sordoceguera, profesionales que contribuyen al desarrollo integral y la plena inclusión del alumnado desde un planteamiento multidisciplinar. Estos equipos trabajan tanto con los estudiantes como con sus familias, un pilar clave en la educación.
Áreas de especial dificultad
Uno de los principales ámbitos de intervención de la ONCE en materia de educación es el apoyo en las áreas curriculares de especial dificultad. Se trata de materias que, por la dificultad que implica el acceso a sus contenidos o a sus recursos didácticos, deben ser abordadas de manera específica.
Entre estas áreas destaca el aprendizaje de idiomas, cuya dificultad más evidente para los estudiantes con discapacidad visual es su carácter eminentemente visual (apoyo en ilustraciones, etc.). Esto implica la puesta en marcha de mecanismos como verbalizar todo lo que está ocurriendo y que llega por vía visual o generar materiales adaptados para que el alumnado pueda seguir las clases con normalidad.
Además, la diferencia entre la pronunciación oral y la presentación gráfica de las palabras, así como la signografía braille específica en algunas de las lenguas, son otras de las características que deben ser abordadas.
Red de especialistas
La ONCE cuenta con especialistas en el área de idiomas, en concreto en inglés, francés y lenguas clásicas, docentes con una dilatada trayectoria pedagógica en estas materias y cuyas funciones son las de dar formación y asesorar a otros profesionales, tanto de la ONCE como de la comunidad educativa, en las necesidades específicas del alumnado, dar apoyo a este alumnado y colaborar con entidades para que conozcan e implementen programas de idiomas basados en la accesibilidad universal.
La acción más intensiva que lleva a cabo la ONCE en esta área son los programas de perfeccionamiento de idiomas que se desarrollan en verano, tanto en España como en el extranjero, destinados a alumnado con edades comprendidas entre 8 y 22 años. Este verano de 2024 han participado un total de 125 alumnos, de los cuales 120 son españoles y cinco proceden de otros países de la Unión Europea.
Por otro lado, con respecto a la colaboración con entidades externas, la ONCE y el British Council llevan a cabo en los últimos años una colaboración destinada a mejorar el acceso al aprendizaje de idiomas por parte de las personas con ceguera y deficiencia visual grave que quieran estudiar en esta entidad.
Según Ana Llauradó, jefa del Departamento de Atención Educativa de la Córdoba, "el aprendizaje de una segunda o tercera lengua es imprescindible dado el impacto que supone en el desarrollo educativo y profesional, y por tanto desde el Departamento de Atención Educativa de la ONCE debemos poner en marcha todos los recursos a nuestro alcance para proporcionar al alumnado con ceguera o deficiencia visual grave las estrategias de intervención que les permitan la formación más completa posible en esta área".
Etapas educativas
Durante este curso 2024/2025, los 7.153 alumnos y alumnas ciegos y con discapacidad visual, entre los que se incluye el alumnado con sordoceguera u otras discapacidades asociadas a la visual, se reparten, por nivel educativo, de la siguiente manera: 1.166 escolares en Educación Infantil; 1.487 en Educación Primaria; 1.125 en la Educación Secundaria Obligatoria; 261 en Bachillerato; 457 en los distintos grados de Formación Profesional; 715 en la Universidad; y 1.942 en otro tipo de enseñanzas.
Por comunidades autónomas, el censo se distribuye así: Andalucía, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, 1.733 estudiantes; Aragón, 199; Principado de Asturias, 137; Islas Baleares, 143; Canarias, 251; Cantabria, 66; Castilla-La Mancha, 299; Castilla y León, 353; Cataluña, 1.162; Extremadura, 150; Galicia, 321; La Rioja, 35; Comunidad de Madrid, 1.057; Región de Murcia, 310; Comunidad Foral de Navarra, 93; País Vasco, 137; y Comunidad Valenciana, 707.